Circulo

Círculo

Que la verdad sea dicha
y Salem vuelva a recibir a sus muertos,
que la serpiente se trague su cola
y empiece el ciclo de nuevo

Que la inconsistencia del veneno devuelva medicina.
Que el sacrilegio me baste para desnudarme
Irme lejos de mis pupilas,
lejos de mis abrazos.

La muerte amanece,
Y me grita mi regalo
un autodestierro
demacrado

Del Escritor (VI)

Del Escritor (V)

YO escribo para que me miren, para que me reconozcan como un ser útil en la sociedad. Escribo para tener felicidad a través del dinero; les digo a los demás que tengo un título que me acredita como un soplapollas ilustrado. Escribo bajo la moda de lo conveniente, menciono al sádico como un héroe en el presente y desmiento al pasado si se me es encargado. Mis dedos se mueven con premura frente al computador transcribiendo la entrevista que le hice al pordiosero: las masas se conmueven y lloran viendo pornomiseria. Escribo las respuestas de un gurú cuando le preguntan por la vida y todos sus teoremas; soy un iluminado. Me aclaman según la revista de la R-mayúscula y mi libro Best(ia)-Seller(ado) del momento se ha vendido en 12 países.

Con mi escritura, cambio sus vidas patéticas, creo toda una dictadura contenida en manual de autoayuda. Releo a mis escritores fantasmas y firmo sus pequeños cheques/migajas. Finalmente soy reconocido… R-E-CONOCIDO. A través de la escritura voy a ser el gran emperador de vuestros ojos, el hombre inmortal que gira las letras para saciar su ego. Pueden asustarse, esto está pasando.

Cruce de camino (VI)

Cruce de camino (VI)


He descubierto que el diablo no solo me visita a mí, sino que nos visita a todos, en las noches, mientras dormimos; nos susurra y nos advierte lo bien que debemos portarnos como buenos hijos de él. Nos ayuda a cumplir nuestros deseos aunque lo invoquemos con rosarios y rezos. Nos entrega la felicidad que engendra el odio y el descanso del trasbocar.

Cuando estoy muy mal, lo he descubierto muy cerquita de mi vida, se encarna en piel femenina y me hace vivir nuevamente, quitarme los ojos de muerto que generalmente llevo y reflejar alegría en mis pupilas. Y justo cuando estoy muy arriba, muy colocado y drogado de la vida, se va para que lo extrañe hasta que vuelva a aparecer en otro cuerpo, con otro pecado, con otro vicio...

Del Escritor (V)

Del Escritor (V)

De mis tildes(´), puntos... y demás objetos de esclarecimiento al escribir, no sé nada; todos se fueron corriendo para dejarme en esta posición tan dubitativa como es el no saber en dónde hacer el acento. Fui quedándome sin orto/grafía gracias a mi condición de bisapiosexual y hoy en día me duele la gramática de tanta Sementica. Me dejé llevar una y otra y otra y otra vez por la repetición de mis comillas, y ahora ni (el paréntesis que había conservado en mi vida) me salva de andar con suma cursiva. Dejé la negrita marcada, y me resalté con ilusiones hasta entender que el corrector de estilo vivi-omatico me detesta, pues en todo lo que me conforma, aparece una raya roja cruzando mi vida.

Bitacora Corporal

Bitácora Corporal


Mi cuerpo me duele, las cicatrices. Este fin de semana anduve en la calle buscando riña y polvo blanco, obtuve las dos y mi cuerpo me duele. Ayer no dormí, hoy no puedo hacerlo. Mis ojos se ven igual de muertos que siempre, mis labios están rotos y mi cabeza me duele, junto con el cuerpo. No sé cuanto tiempo voy a estar en este lugar, cuanto dejaré pasar para que todo no duela, para que nada duela. La fragilidad es una mierda, va volviéndose un buen aturdidor y propone miedo cuando alguien se acerca. Cuando no quiero más, solo puedo pensar en el polvo blanco. Cuando quiero más, solo leo y me doy cuenta que ando roto y que no puedo amarme a pesar de intentarlo. Entonces me voy a buscar una mujer y trato de amarla, para no amarme, para dejarme seco y sin vida, con los mismos ojos muertos que llevo, con las cicatrices en el cuerpo que duele, mi cuerpo.

La llave de plata – Lovecraft (Apuntes)

La llave de plata – Lovecraft (Apuntes)

Había desaparecido el encanto, y había olvidado que toda la vida no es más que un conjunto de imágenes existentes en nuestro cerebro, sin que se dé diferencia alguna entre las que nacen de las cosas reales y las engendradas por sueños que sólo tienen lugar en la intimidad, ni ningún motivo para considerar las unas por encima de las otras.


La costumbre le había atiborrado los oídos con un respeto supersticioso por todo lo que es tangible y existe físicamente. Los sabios le habían dicho que sus ingenuas figuraciones eran insulsas y pueriles, y más absurdas aún, puesto que los soñadores se empeñan en considerarlas llenas de sentido e intención, mientras el ciego universo va dando vueltas sin objeto, de la nada a las cosas, y de las cosas a la nada otra vez, sin preocuparse ni interesarse por la existencia ni por las súplicas de unos espíritus fugaces que brillan y se consumen como una chispa efímera en la oscuridad


Le habían encadenado a las cosas de la realidad, y luego le habían explicado el funcionamiento de esas cosas, hasta que todo misterio hubo desaparecido del mundo. Cuando se lamentó y sintió deseos imperiosos de huir a las regiones crepusculares donde la magia moldeaba hasta los más pequeños detalles de la vida, y convertía sus meras asociaciones mentales en paisaje de asombrosa e inextinguible delicia, le encauzaron en cambio hacia los últimos prodigios de la ciencia, invitándole a descubrir lo maravilloso en los vórtices del átomo y el misterio en las dimensiones del cielo. Y cuando hubo fracasado, y no encontró lo que buscaba en un terreno donde todo era conocido y susceptible de medida según leyes concretas, le dijeron que le faltaba imaginación y que no estaba maduro todavía, ya que prefería la ilusión de los sueños al mundo de nuestra creación física.


Otras veces miraba con ironía los principios con los cuales le habían enseñado a combatir la extravagancia y artificiosidad de los sueños; porque él veía que la vida diaria de nuestro mundo es en todo igual de extravagante y artificiosa, y muchísimo menos valiosa a este respecto, debido a su escasa belleza y a su estúpida obstinación en no querer admitir su propia falta de razones y propósitos.


Pero cuando comenzó a estudiar a los filósofos que habían derribado los viejos mitos, los encontró aún más detestables que quienes los habían respetado. No sabían esos filósofos que la belleza estriba en la armonía, y que el encanto de la vida no obedece a regla alguna en este cosmos sin objeto, sino únicamente a su consonancia con los sueños y los sentimientos que han modelado ciegamente nuestras pequeñas esferas a partir del caos. No veían que el bien y el mal, y la felicidad y la belleza, son únicamente productos ornamentales de nuestro punto de vista, que su único valor reside en su relación con lo que por azar pensaron y sintieron nuestros padres; y que sus características, aun las más sutiles, son diferentes en cada raza y en cada cultura. En cambio, negaban todas estas cosas rotundamente, o las explicaban mediante los instintos vagos y primitivos que todos compartimos con las bestias y los patanes; de este modo, sus vidas se arrastraban penosamente por el dolor, la fealdad y el desequilibrio; aunque, eso sí, henchidas del ridículo orgullo de haber escapado de un mundo que en realidad no era menos sólido que el que ahora les sostenía. Lo único que habían hecho era cambiar los falsos dioses del temor y de la fe ciega por los de la licencia y de la anarquía.


Pero estos horrores sólo le llevaron hasta los límites de la realidad; y no pudiendo traspasarlos, no llegó a la auténtica región de los sueños por la que él había vagado durante su juventud. De este modo, cuando cumplió los cincuenta años, perdió toda esperanza de paz o de felicidad, en un mundo demasiado atareado para percibir la belleza y demasiado intelectual para tolerar los sueños.

Poetica: Houdini

Poética: Houdini

Magia, Magia... aparezco y desaparezco. Me han dotado de diferentes poderes como a Dios, pero nadie realmente me quiere encontrar (como a Dios). Soy el hijo perdido, el amigo muerto, el amante desvanecido, el compañero de vida rechazado desde la puerta que conduce a esta vida.

Alguna vez rompí las ventanas de mi casa, y las volvía a colocar y a romper. Lo hice tanto, que me hice un diploma por ser el mejor rompedor de ventanas que existía en mi multiverso. Después me fui al mar de Hiroshima y destruí mi "Yo" entre moluscos radiactivos. En Rusia cambie mi nombre mientras temblaba la nieve. En Brasil rompí lo poco que quedaba de mi nombre santo y acepté dejar a Blair para ser un hijo del zorro blanco. Aunque todavía llevo mi carta de presentación a cualquier encuentro con parcas; quieren consagrarme como dios de la muerte, pero todavía no me he resucitado.

Luego amé. Y del primer amor me quedó el tacto mientras que del segundo el carisma. Las letras fueron enseñadas por el tercero. Y la fugacidad que da la eternidad vino con el cuarto. De las consecuencias de amar quedó la ira y los dientes rechinantes, la melancolía que conduce a la apatía, y la angustia. Mi sonrisa fue transfigurada en este sueño mientras recorría las espirales, atravesándolas como rayo, pero sintiendo el tiempo tan lento en mi constelación, que logré probar la eternidad de la quimera.

Ahora me pregunto: ¿Qué será de mis hermosos muertos y mis pequeñas putas? Deben estar trasbocando lirios o viviendo en el olvido camaleónico mientras mis decisiones cada vez son más malas, más dañinas y mezquinas. Dios me dejó en mi primer alarido pero el rojo me sienta bien y la garganta todavía no se me reseca.

Poetica: Concepcion


Poética: Concepción

Mi concepción fue en el principio de los tiempos, cuando Dios quiso ser un golpe de arpa en el universo 85 y el diablo era su hermano favorito. Fui parido entre orgasmos de medeas, cantos de lava y sonidos de ecuaciones gramaticales. Los padrinos trajeron regalos: Dios me dio el don de la razón para poder esclarecer el universo y el diablo me dio el don del sentimiento para poder entender al ser humano y no ser tan frívolo como su hermano.

Los dos tienen la culpa...

Genitivo

Genitivo

Pertenezco a la escuela del empirismo estructurado, me he llenado de academicismos baratos para poder entender la lógica mundana. Pertenezco al dios Caos, cuyo movimiento me impulsa haciendo que mis días se vuelvan agitados e inconclusos. La rueda de la fortuna, girando y girando entre las piernas de mis pequeñas amantes, me ha entregado a la soledad maniática y me ofrece la salida que otorga el destino. La obsesión me hace perteneciente a la evolución del Zorro y la Serpiente, de la causalidad y del Dragón. Pero antes de llegar a pertenecer a todos he sido de mí mismo; hago de mis días un nacimiento continuo y una salida a la gran realidad.

Hospedaje

Hospedaje

Un gran ruido recorre esta habitación sin lunas, sin sonrisas, sin amantes. Demasiados cuerpos marchitos entre los pétalos del pasado; nada habita este lugar salvo una cama, un computador, un celular y yo. Aunque me desvanezco, la nada me absorbe y voy teniendo consciencia de mi infelicidad, los lunares que antes eran míos se van evaporando junto al alcohol. Las esquinas se pueblan de viento y sombra, susurrándole al tiempo donde la pureza no volverá, el amor de los bellos amantes se ha acabado. La habitación se hace mente, y siento ser devorado por mis pensamientos hasta volverme miles de moléculas de polvo, y hacerme eterno entre el ciclo de las nubes.

Cruce de caminos (V)

Cruce de caminos (V)

Han sido unos días de mierda. Hoy hablé con el diablo mientras me contaba lo que hizo el fin de semana: nicotina, pactos, muertes prematuras, placer, cosas que no deben ser nombradas y cosas que si se nombran se volverían normales. Nos acercamos al computador y buscamos el perfil de unas cuantas personas, vimos lo muertas que están, con sus sonrisas podridas en felicidad, mientras escuchábamos algo de Electrónica.

Fui al cuarto a descansar. El diablo me mece en sus brazos mientras me canta pequeñas nanas de tranquilidad. Me susurra sus consejos que ayudan a depurar la ira que me habita, me acobija, me da un beso de buenas noches. Antes de salir del cuarto me dice que la mejor venganza del sabio no es el olvido sino el perdón, porque simplemente se aprende a destrozar a las personas perdonándolas antes de lo que se pueden perdonar a sí mismas.

De que hablo cuando hablo de correr – Murakami (Apuntes)

De qué hablo cuando hablo de correr – Murakami (Apuntes)

No existe en ninguna parte del mundo real nada tan bello como las fantasías que alberga quien ha perdido la cordura.


Hay algunos procesos que, hagas lo que hagas, no toleran los cambios. Eso creo yo. Y, si no tenemos más remedio que coexistir con ese tipo de procesos, lo único que podemos hacer es transformarnos (o deformarnos) nosotros mismos mediante perseverantes repeticiones e ir incorporando esos procesos hasta que formen parte de nuestra personalidad.


Para tratar con cosas insanas, las personas tienen que estar lo más sanas posible. Ésa es mi teoría. Lo que es tanto como decir que los espíritus insanos necesitan también, por su parte, cuerpos sanos. Dicho así, puede sonar paradójico. Pero eso es algo que siento vivamente en mi propio cuerpo desde que me convertí en novelista. Y es que lo sano y lo insano no se hallan en polos opuestos. Tampoco se enfrentan entre sí. Se complementan mutuamente y, en algunos casos, pueden contenerse mutuamente de forma natural. A menudo, la gente que tiende a lo sano sólo piensa en lo sano, y la que tiende a lo insano sólo piensa en lo insano. Pero esas inclinaciones extremas impiden que la vida resulte de veras fructífera.


En otras palabras: sigo llevando conmigo mi vieja bolsa de viaje. Sin duda me dirijo hacia un nuevo anticlímax. Hacia una silenciosa y barroca madurez (o, dicho con mayor humildad, hacia el final de mi evolución).

Compuesto

Compuesto

Mi boca llena de sangre, me recuerda a Shangó. Mis brazos robustos se asemejan a Ares. Mis susurros entregados con ira son dictados por Kali... Todo mi ser habita en Lucifer.

De la ira y un posible microtratado


Muchos hablan de la ira como factor negativo, pero la ira, lejos de expresar furia incontenible, es el estado básico de nuestra realidad. Vivimos en ese estado de modo permanente, gracias al mundo tan rápido y absurdo que nos rodea, pero nos alejamos de ese estado por medio de la hipocresía. La ira nos hace levantarnos de nuestros escombros, consecutivamente; al someter nuestras acciones al escrutinio nos encontramos con la furia contenida nacida de la no-acción o por la acción tardía. Es la fuerza divina que nos motiva a desprendernos de las personas cuando es necesario, que nos hace aprender a rechinar los dientes para sobrevivir, a juzgarnos como mínimos para no llegar a la mediocridad. La ira, en su ambición de conocimiento, engendra destrucción mientras trastorna nuestro entorno y los estados preconcebidos de la tranquilidad, destroza a los seres que se acercan y que no tienen la suficiente fuerza de soportarnos. 

En estados de crisis es una buena compañera siempre y cuando no se abuse de ella. Si se llega a la destrucción constante, el cuerpo reacciona cansado, parco, adolorido. En esos casos es necesario retornar a la tranquilidad para volver a sentir la armonía.

Lo que nos queda es prestarnos al juego, ir de un extremo al otro, hasta lograr que la ira conviva con la tranquilidad, y que esta sea uno de los motores del movimiento.

Oceano

Océano

Papa Tiburón me lo dijo alguna vez: el camino está infestado de sirenas que todavía cantan, a pesar del tiempo, para desviar a los marineros y las algas se juntan para envenenar a los que nadan desnudos. Por eso fluir es todo un arte, volver un sueño liquido tiene sus precios, pero también conlleva bendiciones para la mayoría de los peces. 
A veces me entretengo con otros animales, pero de cada uno he aprendido sus cualidades, aunque duelan sus defectos.

16 - La Mansion en Dios

16 - La Mansión en Dios

Los gusanos se levantan y proscriben al cerebro: calma y meditación, paciencia y sabiduría. La torre se vuelca en amarguras y el don de lenguas se esparce como virus. La mansión en Dios se presenta frente y mi cabeza trata de no romperse. Sin embargo, ahora encuentro la tranquilidad que entrega la liberación. La voz que me queda me pide ser fuerte, las voces externas golpean con sus viles mentiras todo lo me circunda mientras me entrego a la fragilidad del ser humano.

Mandragora (III)

Mandrágora (III)

Los dioses oscuros danzan en mi cerebro. Las emociones se vuelven densas en el recordar y el fuego todavía se escucha a lo lejos. La música de sacrificio brilla con intensidad y el olor de la sangre rodea el ambiente.

¿Donde estás pequeña virgen? Te prometí caramelos y golosinas. 

Allí está, Ella hace que se mueva y se contraiga mi vientre, de felicidad cruda, de ira destructiva.

Pequeña diosa, trae el libertinaje entre sus caderas y brinda a este ser los estados de demencia adecuados para conseguir la sabiduría... Pequeña diosa, fecundame con tus sinfonías rojas y déjame ver este infierno de satisfacción. Eres la divinidad hecha ritual, cortemos nuestra carne para sangrar en busca de mi ser...

De las amistades buenas para nada


Uno se decepciona de todo. De amigos, de compañeros de universidad, de amores viejos y nuevos, de personas que llegan. Y no se trata de no esperar nada de nadie pues la esperanza está marcada en uno a pesar de no quererlo; tampoco se trata de dar lo mínimo porque no hay que ser mediocre sino aceptar las cosas positivas y dejar las negativas. Pero cuando la decepción llega a su punto cumbre, el hastío viene y la soledad se vuelve una pequeña muralla que ayuda a seguir sin pegarse el tiro. 

Por eso propongo una formula que me ha servido para sobrevivir a las amistades:

Conservar los amigos que son fieles y acercarse a las personas ya sea para encontrar nuevas amistades que ofrezcan movimiento, o, encontrar ejemplos de lo que no se debe/quiere ser.

El acto de apreciar a todos es necesario, pues el cosmos ha entregado la capacidad de reír en la desgracia y soñar en la penumbra. Vas solo, pero es grato se acompañado en algunos trayectos de la vida.

En cuanto a parejas... eso da toda una retalida para ocupar todo un panel en la biblioteca de babel.

Walden (la vida en los bosques) - Henry David Thoreau (Apuntes)

Walden (la vida en los bosques) - Henry David Thoreau (Apuntes)

La más elevada de las artes consiste en alterar la calidad del día. 

Siempre he deplorado no ser tan sabio como lo era el día en que nací.

Sin embargo, experimenté algunas veces que la sociedad más dulce y tierna, la más inocente y alentadora, puede hallarse en cualquier objeto natural, y esto es válido hasta para el pobre misántropo y para el hombre más melancólico.

He descubierto que ningún movimiento de las piernas puede aproximar a dos mentes.

Si un hombre no marcha a igual paso que sus compañeros, puede que esto se deba a que escuche un tambor diferente.

El sol no es sino una estrella de la mañana.

De las personalidad(es)


El misterio de varias personalidades que agobian nuestra mente se podría definir cuando las personas tomamos el control de nuestra vida, encausamos nuestros actos y vamos con objetivos hacia un mismo fin. Da igual si lo hacemos para matar(nos), pues la muerte es condición de transformación de vida; La fresa sigue siendo tan deliciosa a pesar de sus pequeños puntos negros. 

¿Cómo definir el transcurso de una personalidad a otra? El estado primitivo del ser humano es soñar y después hacer. La idea es elemento primario en el momento de ejercer, la ilusión como idealización para realizar lo que no está hecho, para visualizar el resultado antes de tiempo.

La felicidad es múltiple cuando se acepta el ser humano como un ser multidimensional.

Laberinto

Laberinto

Hay algunos que queman la ciudad, mientras que yo veo arder todo. La diferencia está en que mientras ellos admiran las formas volverse cenizas, yo observo las chispas de la eternidad reflejarse por un instante en mi interior.

Hoy quemé los lugares a dónde podía volver. Vi el fuego consumir toda mi vida, mis hermanos, mis amigos, mis brazos y piernas, todo ha ardido con tal de no poder volver. Hace tiempo a mis anteriores musas las destrocé para no tener con quien hablar/follar. Ahora, que no tengo un lugar seguro, temo por no poder volver del abismo, sin embargo voy en este instante recorriendo las espirales en busca de la sabiduría, voy de una pared a otra palpando los signos antiguos mientras mi cabeza se corrompe. No tengo donde volver salvo dentro mío, en mis perdiciones, dentro de mi alma.

Bitacora a un niño-pez

Bitácora a un niño-pez


Hay días que lo recuerdo, verlo contento me alegra también. Recuerdo una época donde solía ser así. Mi anestesia era lo que llamaba amistad en esos momentos y mis pasatiempos no distaban del distraerme sin dañar a nadie. A veces me adentraba en conversaciones filosóficas que se extendían hasta terminado el trago. Ver como sonríe me indica lo mucho que ha crecido. Después de un tiempo la sombra se hace vieja y los oídos se vuelven reacios a escuchar la calle. Sin embargo, quedarse con los miedos opaca y destruye, es menester depurarse de lo que embota al humano. En mi caso he perdido practica en la sorpresa, pero a cambio he ganado poder describir mi entorno más profundo y vivir menos del absurdo, sin embargo, todavía me quedo con la felicidad de alegrarme de vivir, del soñar un rato y esperar que las cosas sean siempre mejores para todos, para vos, para mí.

De cómo ver el alcohol y la literatura


El alcohol hace más que la literatura por que añade una percepción no hipócrita, la real realidad. Los detractores seguramente hablaran de poesía; yo les hablaré de tequila cayendo en los senos de una puta/poeta, o del sabor del vino en el coño/pene de un lujurioso humano. Los más ortodoxos hablaran de novela y narrativa; yo hablaré de cantinas llenas de filosofía, donde todas las noches se encuentra la vida al sentir la muerte recorriendo la garganta y bajar por el esófago, haciéndonos encontrar a los ebrios el bendito descanso entre lo embotado que resulta ser de hueso y carne.

Mirada (XXVI)


La gente dice amar la locura. Y sin embargo, nadie quiere vivir en un manicomio.

Mirada (XXV)


La ruleta rusa y el amor se basan en el mismo principio. Sabes cuál es la bala, pero no sabes cuando te va a matar.

Cruce de caminos (IV)

Cruce de caminos (IV)

Estoy acostado, escuchando la trompeta que anuncia la muerte de ella, de su vida, de la mía a su lado. En un e-mail escribo la ruptura y las explicaciones necesarias. 

Me acuesto a dormir, camino al cielo saltando por las estrellas hasta encontrar a Kullat Nunu, y contemplo muy dentro del cosmos. Veo a la sabiduría con su forma de algodón de azúcar, de caramelo, de parche de nicotina. 

Escucho una voz ronca cerca. Es el diablo que ha entrado al apartamento y se me ha acercado a la cama. Me mueve y me dice que tiene unas botellas para desocupar, saca los cuchillos de mi habitación y me hace bañar.

Mientras siento que el agua cae por mi cuerpo, me dice desde el cuarto que hoy es una noche para sacar a pasear a los perros y sonreír un rato. Abajo hay dos prostitutas, y un carro esperando. Mi amigo el diablo es bello, consciente de mis necesidades suicidas. Salgo y veo a una de esas mujeres, cuerpo pequeño, labios rojos, cabello rizado y un lunar en la mejilla, es hermosa, así sea solo viseras, sigue siendo hermosa, me sonríe…

Mirada (XXIV)


A veces, el mejor remedio es la quietud y la mayor hazaña es la observación.

Exaltacion

Exaltación

Tuve un momento de euforia y ataque de paranoia, donde el árbol sacro vino a mí. Me dedico tiempo entre sus ramas y la calma se acentuaba en mi cabeza y los gritos de batalla se disolvían hasta convertirse en leves sombras.

Tuve un momento de paz hasta escuchar mi conciencia y lloré, con amargura y con tristeza. Quise que todo fuera un sueño, quise que la ventana al cementerio estuviera clausurada y la sensación de soledad se fuera de mi alma. Las mascaras se destruyeron y comprendí al ser con su concepción magnánima, la belleza de este consiste en lo imperfecto. Me confirme simple en medio de mi complejidad. Los átomos se volvieron principio del Om, caos, vacío.

El árbol me meció y de mi garganta salieron gritos desgarradores, lamentos, aullidos que alcanzaron los siete vórtices y se pudrieron mis labios mientras entonaba verdaderos ritos a dioses oscuros hasta sentir nuevamente sus ramas acobijándome.

Al sentir la niebla, desperté y mis lagrimas se calmaron, la locura es un estado transitorio, igual que mis manos en este plano, igual que mi rostro antes del espejo.

De los egoterroristas


¿Por qué la manía de decir asignar la partícula MI a una persona?

Ejemplo: mi gato, mi vida, mi corazón... y todas esas vainas.

Nadie es de nadie, así sea parido o provenga de otro ser. Una vez empieza la vida, ¿cómo tratar de apropiarse del aliento primario ya desprendido y hecho otro?

Egocentrismo de mierda que vive alborotando la semántica y aplicando etiquetas innecesarias.

Sinceridad

Sinceridad

Puedes engañar a todo el mundo algún tiempo. Puedes engañar a algunos todo el tiempo. Pero no puedes engañar a todo el mundo, todo el tiempo.

- Abraham Lincoln

De las transacciones normales de la vida


En algún momento de la vida nos vendemos por algo que consideremos importante. Un carro, una casa, un sueño, una mirada, un orgasmo, una idea. A veces, inclusive, por la simple necesidad de venderse... hasta darse cuenta que no se puede recuperar el orgullo de haberse vendido.

Los pocos que realmente pueden afirmar que no se han vendido, posiblemente lo hayan hecho y no se han dado cuenta, o se niegan a aceptar el cómo funciona la sociedad. 

Escapar de la sociedad tiene un precio, ya sea físico como aguantar necesidades, someterse a no tener un lugar fijo; social como no tratar con las personas o inclusive ser repudiado por ellas mismas; inclusive hasta mentales como las crisis, el endurecimiento para poder sobrevivir y el manicomio.

Ahora, si se acepta el juego de pertenecer a una sociedad, ¿por qué no aprender a ser un buen comerciante?

Momento de Memoria: Derecho a la fiesta

Momento de Memoria: Derecho a la fiesta

En algunos lugares de Colombia, la magia no se ha perdido. La muerte entra avisando con su gran tambor:


toc, Toc, TOc, TOC

TUC TUC TUC TUC TUC TUC TUC TRACK


Los golpes de los cráneos suenan y las masacres ocurren una y otra vez...

Diastole

Diastole

Nena, no me retes a tocar.
de nuevo, este blues tan rojo,
que no soportarías el miedo
de saber que los muertos podemos bailar.

Aléjate y en la punta de tu lengua viperina
escribe nuevos versos llenos de morfina.

Desangra la mentira
que alguna vez nos vendimos.
Sé que si te acercas
Nos revolcaremos en miedos,
seremos ausentes del cielo,
volveremos a ceñirnos en lamentos
y al final, nos odiaremos entre infiernos.

Mirada (XXIII)


La gran estabilidad se logra combinando literatura y un delicioso licor.

La inestabilidad, también se logra así.


Mirada (XXII)


Algunos decidimos borrar nuestro nombre para ser parte de la eternidad dorada. Solo somos escritores, el humano se esconde entre cada acto-no acto.

Elipse

Elipse

La serpiente que se come la cola / el rostro del demonio azul que revitaliza la imaginación.

Soy eterno, soy eterno.

La cola que no se deja ser comida tan fácil / la noche que nunca acaba.

soy eterno, soy eterno.

Mirada (XXI)


Poco a poco nos vamos volviendo ruinas y lo que alguna vez pensamos construir se vuelve tan solo una ilusión...

Demian - Herman Hesse (Apuntes)

Demian - Herman Hesse (Apuntes)

La gratitud es una virtud en la que no tengo ninguna fe, y pedírsela a un niño me
parece un error (Demian - Hesse)

Si un animal o un ser humano concentra toda su atención y su voluntad en una cosa determinada, la consigue. Ese es todo el misterio. Y lo mismo ocurre con lo que tú dices. Observa bien a un hombre y sabrás de él más que él mismo.

Al final de aquella clase, Demian me dijo muy pensativo:
-Hay algo, Sinclair, que no me gusta. Vuelve a leer la historia y analízala bien; verás que tiene un sabor falso. Me refiero a los dos ladrones. ¡Es grandioso el cuadro de las tres cruces erguidas allá, sobre la colina! ¿Para qué nos vienen con la historia sentimental del buen ladrón? Primero fue un criminal y cometió Dios sabe cuántos delitos; después se desmorona y celebra verdaderos festines de arrepentimiento y contrición. ¿Me puedes decir qué sentido tiene ese arrepentimiento a dos pasos de la tumba? No es más que la típica historia de curas, dulzona, falsa y sentimentalona con fondo muy edificante. Si hoy tuvieras que escoger de entre los dos hombres a uno como amigo, o tuvieras que decidirte por uno para darle tu confianza, seguro que no elegirías a ese converso llorón. No, elegirías al otro, que es todo un hombre y tiene carácter; le importa tres pitos la conversión, que, dada su situación, no puede ser más que palabrería, y sigue su camino hasta el final, sin renegar en el último momento cobardemente del demonio que le había ayudado hasta entonces. Es un carácter; y los hombres con carácter quedan siempre malparados en la Biblia. Quizá fuera un descendiente de Caín; ¿tú que crees?

-Hablamos demasiado. -dijo con desacostumbrada seriedad-. Las palabras ingeniosas carecen totalmente de valor. Sólo le alejan a uno de sí mismo. Y alejarse de uno mismo es pecado. Hay que saber recogerse en sí mismo por completo, como las tortugas.

Así era yo en el fondo. ¡Yo, que despreciaba a todo el mundo! ¡Yo, que sentía el orgullo de la inteligencia y compartía los pensamientos de Demian! Así era yo: una infame basura, borracho y sucio, asqueroso y grosero, una bestia salvaje dominada por horribles instintos. Este era yo, el que venía de los jardines donde todo es pureza, luz y suave delicadeza, el que había disfrutado con la música de Bach y los bellos poemas. Aún me parecía escuchar con asco y con indignación mi propia risa, una risa borracha, descontrolada, que brotaba estúpidamente a borbotones. Así era yo.

-¿Tú crees? Puede ser. Desde luego, la embriaguez, lo báquico, tienen su misterio. Pero me parece que la mayoría de la gente que anda sentada en las tabernas no tiene idea de eso. Me da la impresión que precisamente el meterse en las tabernas es algo muy adocenado. ¡ Lo bueno sería pasar la noche entera con antorchas encendidas, en una verdadera orgía desenfrenada! Pero eso de tomar un vasito tras otro no creo que sea muy interesante, ¿no? ¿O acaso puedes imaginarte a Fausto sentado noche tras noche en la taberna?

El pájaro rompe el cascarón. El cascarón es el mundo. Quien quiera nacer, tiene que destruir un mundo. El pájaro vuela hacia Dios. El dios se llama Abraxas.

La paz amable de las semanas y meses bajo la influencia de Beatrice se había esfumado. Entonces creí que había encontrado una isla y una paz. Así solía sucederme: cuando una situación me resultaba agradable, cuando un sueño me hacía bien, empezaba a secarse y a perder su fuerza. Era inútil añorarlos. Ahora vivía en un fuego de deseos insatisfechos y en una tensa espera que a veces me volvían loco por completo. La imagen de la amada de mis sueños surgía a menudo ante mis ojos con diáfana claridad, más viva que mi propia mano. Yo le hablaba, lloraba ante ella, renegaba de ella. La llamaba madre y me arrodillaba entre lágrimas; la llamaba amada y presentía su beso, que todo lo colmaba; la llamaba demonio y prostituta, vampiro y asesino. Me inspiraba los sueños más tiernos y las más salvajes obscenidades; para ella nada era demasiado bueno o demasiado agradable, demasiado malo o demasiado bajo.

En nuestro siguiente encuentro, el organista me dio una explicación.
-Acostumbramos a trazar límites demasiado estrechos a nuestra personalidad.
Consideramos que solamente pertenece a nuestra persona lo que reconocemos como individual y diferenciador. Pero cada uno de nosotros está constituido por la totalidad del mundo; y así como llevamos en nuestro cuerpo la trayectoria de la evolución hasta el pez y aun más allá, así llevamos en el alma todo lo que desde un principio ha vivido en las almas humanas. Todos los dioses y demonios que han existido, ya sea entre los griegos, chinos o cafres, existen en nosotros como posibilidades, deseos y soluciones. Si el género humano se extinguiera con la sola excepción de un niño medianamente inteligente, sin ninguna educación, este niño volvería a descubrir el curso de todas las cosas y sabría producir de nuevo dioses, demonios, y paraísos, prohibiciones, mandamientos y Viejos y Nuevos Testamentos.

A esto Pistorius dijo:
-El impulso que le hace a usted volar es nuestro patrimonio humano, que todos poseemos. Es el sentimiento de unión con las raíces de toda fuerza. Pero pronto nos asalta el miedo. ¡Es tan peligroso! Por eso la mayoría renuncia gustosamente a volar y prefiere caminar de la mano de los preceptos legales o por la acera. Usted no. Usted sigue volando, como debe ser. Y entonces descubre lo maravilloso; descubre que lentamente se hace dueño de la situación, que a la gran fuerza general que le arrastra corresponde una pequeña fuerza propia, un órgano, un timón. ¡Esto es estupendo! Sin él, uno se perdería sin voluntad por los aires, como hacen por ejemplo los locos. Los locos tienen unas intuiciones más profundas que la gente de la acera, pero no tienen la clave ni el timón y se despeñan en el abismo. Usted, sin embargo, Sinclair, logra bandearse. ¿Y cómo? ¿No lo sabe acaso? Lo hace con un nuevo órgano, con un regulador de la respiración. Y ahora puede usted ver lo poco «personal» que es su alma en el fondo. ¿Por qué no se inventa ese regulador? ¡No es nuevo! Es algo prestado, existe desde hace siglos. Es el órgano del equilibrio en los peces, la vesícula natatoria. En efecto, existen todavía hoy unas pocas especies raras de peces que usan como pulmón la vesícula natatoria, que en ciertas ocasiones les sirve de verdad para respirar. ¡Justo, pues, el pulmón que usted utilizaba en su sueño!

Asustado, objeté:
-¡Pero no se puede hacer todo lo que a uno le apetece! ¡No se puede matar a un hombre porque a uno le resulta desagradable!
Se acercó más a mí:
-En determinadas circunstancias se puede hasta eso. Pero la mayoría de las veces se trata de un error. Yo no digo que usted haga todo lo que le pase por su mente. No. Pero tampoco debe usted envenenar las ideas, reprimiéndolas y moralizando en torno a ellas, porque tienen su sentido. En vez de clavarse a sí mismo o a otro en una cruz, se puede beber vino de una copa con pensamientos elevados, pensando en el misterio del sacrificio. Se puede también, sin estas ceremonias, tratar los propios instintos, las llamadas tentaciones de la carne, con amor y respeto; entonces nos descubren su sentido porque todas tienen sentido. Cuando se le vuelva a ocurrir algo muy aberrante o pecaminoso, Sinclair, cuando desee de pronto matar a alguien o cometer no sé qué monstruosidad inconmensurable, piense un momento que es Abraxas el que está fantaseando en su interior. El hombre a quien quiere matar nunca es fulano o mengano; seguramente es sólo un disfraz. Cuando odiamos a un hombre, odiamos en su imagen algo que se encuentra en nosotros mismos. Lo que no está dentro de nosotros mismos no nos inquieta.

Cada hombre tiene que dar una vez el paso que le aleja de su padre, de su maestro; cada cual tiene que probar la dureza de la soledad, aunque la mayoría de los hombres aguanta poco y acaba por claudicar. De mis padres y de su mundo, el mundo «claro» de mi niñez, me había separado sin lucha; lenta y casi imperceptiblemente me había alejado de ellos. Aquello me dolía, y durante las visitas a casa me amargaba las horas; sin embargo, no llegaba hasta el corazón: se podía soportar.
Pero en los casos en los que no ha sido la costumbre sino el más íntimo impulso el que nos ha llevado a ofrecer amor y veneración, cuando hemos sido discípulos y amigos de todo corazón, el momento de reconocer que la corriente dominante en nosotros se aparta de la persona querida es amargo y terrible. Cada pensamiento que rechaza al amigo y al maestro se vuelve con aguijón venenoso contra nuestro propio corazón; cada golpe de defensa nos da en la propia cara. A quien creía actuar según una moral válida se le aparecen las palabras «infidelidad» e «ingratitud» como vergonzosos reproches y estigmas; el corazón aterrado huye temeroso a refugiarse en los amados valles de las virtudes infantiles. Me costaba trabajo comprender que también esta ruptura ha de ser llevada a cabo, que también hay que cortar este lazo.

No hice ningún intento por reconciliarme con Pistorius. Seguimos siendo amigos pero la relación había cambiado. Hablamos una sola vez del asunto; mejor dicho, habló él. Dijo:
-Yo quise ser sacerdote, como usted sabrá. Hubiera querido ser sacerdote de la nueva religión que presentimos. No podré serlo jamás, lo sé; y lo sé desde hace mucho tiempo sin atreverme a reconocerlo. Tendré que servir a Dios de otra manera, quizá mediante el órgano o quién sabe cómo. Pero tengo que sentirme rodeado de algo que considere bello y sagrado: música de órgano, misterio, símbolo y mito; lo necesito y no pienso renunciar a ello. Eso es mi punto débil. Porque a veces, Sinclair, sé que no debía tener esos deseos, que son un lujo y una debilidad. Sería más grande y más justo si me ofreciera al destino sin ambiciones. Pero soy incapaz; es lo único que no puedo hacer. Quizás usted pueda hacerlo un día. Es muy difícil; es lo único verdaderamente difícil que existe, muchacho. He soñado muchas veces con ello, pero no puedo, me da miedo: no puedo existir tan desnudo y solo; también yo soy un pobre perro débil que necesita un poco de calor y comida y sentir de vez en cuando la proximidad de sus semejantes. El que no tiene ningún deseo excepto su destino, ése no tiene ya semejantes, está solo en medio del universo frío que le rodea. ¿Comprende usted?, como Jesús en Getsemani. Ha habido mártires que se han dejado crucificar a gusto; pero tampoco ellos eran héroes, no estaban liberados; también ellos deseaban algo que les resultara amable y familiar, y tenían modelos e ideales. Quien desee solamente cumplir su destino, no tiene modelo, ni ideales, nada querido y consolador. Este es el camino que habría que seguir. La gente como usted y como yo está muy sola; pero, al fin y al cabo, nosotros tenemos nuestra amistad, tenemos la satisfacción secreta de rebelarnos, de desear lo extraordinario. También hay que renunciar a eso cuando se quiere seguir el camino consecuentemente. Tampoco se puede querer ser revolucionario, ni mártir, ni dar ejemplo. Sería inimaginable.

Sin darnos cuenta nos encontramos en medio de un diálogo extraño y lleno de
presagios. Siguiendo la conversación de Demian con el japonés, hablamos de la vida estudiantil; y de este tema pasamos a otro que parecía muy lejano. Sin embargo, en las palabras de Demian se fundían ambos íntimamente.
Habló del espíritu de Europa y del signo de nuestra época. Por todas partes -dijo- se extienden el grupo y la manada, por ningún lado la libertad y el amor. El espíritu de corporación, desde las asociaciones estudiantiles y los coros hasta las naciones, no es más que un producto de la necesidad. Es una solidaridad por miedo, temor y falta de imaginación; en su fondo está carcomida y vieja, a punto de desintegrarse.

Al principio, a pesar de la impresión que me causaron los tiroteos, estaba decepcionado. Siempre me había preguntado por qué tan pocos hombres vivían por un ideal. Ahora descubrí que muchos, casi todos los hombres, eran capaces de morir por un ideal; pero tenía que ser un ideal colectivo y transmitido, y no personal, y libremente elegido.

Acto Poetico (V): Ascenso

Acto Poético (V): Ascenso

Entrar al edificio.
Subir la escalera hasta el segundo piso.
En el segundo piso, ver los senos de las mujeres copa C y D.
Subir las escaleras hasta el séptimo piso.
En el séptimo piso sentir a Dios.
Subir las escaleras hasta el onceavo piso.
El Onceavo piso ver a la gente-hormigita corriendo a su destino.
Subir las escaleras hasta el piso diez y seisavo.
En el diez y seisavo piso sentir la muerte.

Lanzarse/amar

Mirada (XX)


Yo? yo miento, robo, violo, humillo, mutilo, mato y hasta más... a nivel más literario que literal, por supuesto, pero lo hago...

Mandragora (II)


Mandrágora (II)

En mi cabeza vive un dragón que se acurruca para llorar como serpiente. Se mengua la alegría, dando paso a la tristeza arcobricense que evita la mediocridad del momento. En mis ojos se tuestan las monedas de Caronte, se clavan las agujas del instante y la austeridad recorre mi cerebro en forma de liquido negro. Entre mis venas se siente la enfermedad. Entre mi boca se pronuncia haciendo extravagantes ruidos sin lógica alguna. Entre mis músculos se sienten los ligamentos atormentándome en espasmos excesivamente fuertes. Entre mi garganta se ata el nudo de Salomón y la daga se balancea sin compasión sobre mi cuello. Entre mi sangre se siente su presencia, y no puedo dejar de pensar en ello. Irónicamente, me consume mientras escribo o mientras muevo mis dedos lánguidamente entre su sexo.

Cruce de caminos (III)

Cruce de caminos (III)

La segunda noche, después de dejarla, fue una mierda. El diablo se acercó y me dijo que debería hacer algo, no dejarla ir.

Esta es la onceava noche. La luna alumbra, redonda en el cielo, y mis ojos no paran de sentir tristeza. En mi cabeza rondan sus ojos grises y su mirada fulgurante. El diablo hace tinto para los dos, creo que no quiere verme más borracho a pesar de todo, creo que me estima o le recuerdo en algún momento cuando le decían Dios. La ruleta rusa va y viene en mi pensamiento, tomo tinto. El diablo se acerca y me ofrece una mujer desnuda. Mi pene se para por un instante hasta que siento los parásitos en el estómago. Vuelvo a sentarme. Si sigues así, muchacho, nunca vas a olvidarla. No necesito olvidarla, tan solo necesito dejarla de recordar.

Cruce de Caminos (II)

Cruce de Caminos (II)

Un día el diablo se acercó y me dijo que Dios anda triste. Desde que crucificaron a su hijo anda triste. Dios es una hueva, yo hubiera cometido una masacre en Israel, le dije. Dios es solo un padre triste con un hijo muy enloquecido, el psiquiatra ha recomendado a Jesús tomar valeriana para poder calmar su mente, pero a él, le encanta ir a los prostíbulos e ignorar los consejos. Nos miramos con tristeza. Me acuerdo que soy un mal hijo, debo ir a casa.

Mandragora (I)

Mandrágora

La magia negra se encuentra en una mujer serena. Cuando veas a una así, con mirada oscura, triste y hasta pensativa, huye. Las mujeres con esa clase de magia se vuelven silenciosas y van dejando a los hombres vestidos en el altar; escupen tus intestinos, volviéndonos el ego pequeño y la polla más tiesa de lo normal. Visten de negro con blanco, tacones, faldas cortas y ojos perdidos/lunáticos. Segregan feromonas y se ven inocentes si las enmarcas en este mundo callejero.
No te confíes. Una de ellas me agarró con sus bellas piernas depiladas y ahora no puedo soltarme de su recuerdo. Me ha hecho dar mi palabra a pesar de haberme dejado plantado varias veces, varias noches de luna llena. Son malignas, son apoteosicas, son pequeñas diosas en su panteón pagano, mientras rindes la debida adoración a sus serpentinas lenguas. Aléjate, huye... en dos días vendrá a buscarme y yo caeré de nuevo en sus fauces. No hay salvación.

Fantasma

Fantasma

Dicen que los poetas tienen el cabello largo y son flacos; son sex simbols que se pasean en lo lúgubre de la ciudad. Dicen que son buenos amantes y hacen prosa erótica en el cuerpo de la virgen.

Hoy salgo a caminar, el frío se aferra a mis huesos y mientras mi cabeza va trasbocando todo lo vivido, te pienso acompañada de algún poeta maldito.

Cruce de Caminos (I)

Cruce de Caminos (I)

El demonio es un hombre muy ocupado. Mientras se baña, escucha las oraciones de los creyentes para reírse un rato. Almuerza en un bufete de los baratos supuestamente para llenarse de amor entre la miseria del ser humano. Por la tarde, visita a los políticos y vende promesas.

Algunas noches viene a hablar conmigo, duras noches me dice mientras parte un pedazo de pollo que venía en una cajita feliz de una de sus franquicias. Destapamos varias botellas de tequila y bebemos hasta estar ebrios. Hablamos de putas, de amores, de serpientes, de mujeres, mariposas y otros monstruos creados por Dios para rompernos las bolas. Se va tambaleando a su casa, mientras en el baño queda el olor a azufre.

De ponerse a mirar desde otro lado


Hay días donde me siento en una banca del parque y después de un rato me pregunto porqué el genocidio y la masacre no se practica más seguido. El problema es el dolor y el apego, supongo.

Hay otros días donde sonrío y pienso que todo es bello.

Momento de Memoria: Derecho a dormir

Momento de Memoria: Derecho a dormir


En Septiembre del año 2008, a las afueras de Ciudad Bolívar (Bogotá) se podían observar varios panfletos en el suelo. La mayoría de personas del lugar aceleran el paso al verlos. Otros, (los despistados o extraños del lugar), recogen el papel y después de leerlo lo tiran al suelo.

En el 2014, Julio, el mismo panfleto aparece en Puerto López (Meta). Las reacciones de las personas siguen siendo las mismas.


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Los niños buenos se acuestan a las nueve.
Los niños malos los acostamos nosotros.
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Dioses

Dioses

Yo mitifico
Tú mitificas
Él mitifica
Nosotros mitificamos


Desmitificar al otro y volverlo humano, tendente de tragedias y soliloquios. Amanece en nuestros ojos y la luz nos ciega cuando vemos los siete soles.

Mirada (XIX)


Mi preocupación más grande al adoptar los ancestros animales en mis cuentos es que yo me quede siendo un gusano una larga temporada.

Huesos

Huesos

He crecido. He crecido con la rabia y con el llanto. Lo he decidido así porque el metabolismo despierto es el que crece más rápido y la ira hace que mi cuerpo nunca duerma. He crecido alejando la felicidad, me he comprendido como un ser de estados cambiantes en el cual no tiene que estabilizarse ninguno. Escupo sangre. He crecido rompiendo la crisálida que me trata de atar: mi ropa se hizo corta, fui adulto de nuevo, vivo con ambición pero sin egoísmo. Me he propuesto devorarme al mundo todos los días. Nuevamente escupo sangre. He crecido odiando todo lo que había hecho, odiando a las mujeres y hombres que han pasado por mi vida, odiando lo que ha venido y en lo que he permitido la ilusión. He crecido y ahora mi cuerpo cobra, pero YO estoy dispuesto a pagar el precio que alguna vez pacté con mi demonio. Sigo creciendo, como la serpiente en el principio de los tiempos me enseñó, como la tortuga que sostiene al mundo me mostró. Mientras cada uno hace mella en su inocencia y disfruta los pequeños instantes, yo pretendo cambiarme por medio de la ira, para cambiar al mundo. Se rompen los vasos, mi sangre no para de salir.

Bitacora Onirica (I)

Bitácora Onírica (I)

Hay que enamorarse de la vida y de la muerte, del que se vive matando para poder sentirse vivo.

Conocí a una mujer que se la pasa pensando en dejar que la vida la mate, pero la vida la ama. Se ha metido pastillas, ha tratado de botarse de edificios, tiene varios cortes y hasta se ha roto adentro, pero no muere. La inmortal le digo entre chiste y chanza, pero aparta sus ojitos y dice que la vida no la ama.

Hace poco me enteré que era muy frágil. Dejé de hablar con ella para que se quedara en su mundo y no se atara a mí. Tal vez, algún día, si vuelvo a hablar con ella y la veo, consiga verle reír.

A veces sueño con ella. Al levantarme, escupo sangre y siento dolor en todo el cuerpo.

Retraso

Retraso

Siempre llego tarde a todo. Cuando nací, ya había llegado el primogénito, para mi primer amor yo era el segundo. Ni hablar del transporte, el trabajo, la universidad, y demás espacios en los que me muevo. Como cuando no debo, soy un segundo sueño. Ahora ya no tengo a donde llegar, pero seguro que si lo tuviera, nunca llegaría de primeras. Inclusive, aunque vivo desde hace cuatro años trasbocando sangre todas las mañanas desde su partida, no llego puntual ni a mi muerte.

Acto Poetico (IV): Viaje

Acto Poético (IV): Viaje

La ultima noche que viva deseo una gran bienvenida en el cielo de los poetas. Mi sangre se reventará en el prójimo y por fin dejaré de escupirla por las mañanas. Mi familia no se acordará de este hijo desnaturalizado. Mis amigos me considerarán un desierto sin oasis. La ultima noche será emotiva, dos atracadores encontrarán mi dinero, o la muerte me buscará en la cama, ya sea solo, ya sea con alguna mujer-camaleón entre mis dedos. Ella (la muerte) me fulminará y yo le amaré, me someterá y yo no protestaré, vendrá en esa ultima noche y gemiré hasta que mis ojos de muerto se encuentren con la felicidad real.

Pasos para enamorar a una Mantis Religiosa




Pasos para enamorar a una Mantis Religiosa


Besar sus tatuajes, sus mejillas.
Acercarme a sus brazos y sujetarlos con las cuerdas.
Besar sus lágrimas.
Pasar las manos por su cuerpo, por sus piernas, por sus senos, por su vientre.
Erotizar su piel.
Acariciar su sexo con deseo, con suavidad.
Buscar el punto rosa, masturbarlo de diferentes maneras, no rudas.
Llevar la otra mano a su cuello.
Apretar poco a poco buscando el doble placer de ella.
Hacer que el estallar sea sublime, inmisericorde, violento.
Soltar su cuello.
Besar tiernamente a la amada.
Desatar.
Lamer nuevamente sus lágrimas.
Abrazarla.




Feminidad

Feminidad

La mujer se presenta en mis sueños, no como algo individual, sino como algo colectivo. Esa mujer se pasea en mi cabeza con su desnudez latente en mi memoria: cabello rojizo, amarillo, negro y castaño, con un cuerpo delgado y grueso a la vez, alto y pequeño; oxímoros que se acercan y se alejan en mi cabeza mientras sus labios gruesos/delgados reposan en mi pene.

La mujer universal me dice que no tarda mucho, solo está esperando que yo la describa y pueda salir de la pintura, tal como Pigmalión y Galatea. Sus fauces/coño me hace caer en un sopor profundo del cual quiero despertar pero no lo logro completamente. Mis manos se duermen al sentir sus caricias, mis piernas reaccionan con violencia al encontrarla húmeda entre mis memorias y vuelvo a sonrojarme cada vez que hablamos de diferentes símbolos.

La mujer universal tiene los doce signos zodiacales. Se pasea como una quimera en mi corazón, mientras yo busco la manera de desalojarla de mi mente. Soy vacío, y ella me llena con su saliva. Soy ausencia y ella me recuerda con mis defectos y méritos. Soy espejo y ella mi feminidad.

Yo, como hombre universal condenado a un cuerpo, me aferro a su recuerdo y a la vez lo voy dejando, poco a poco, hasta que algún día nos encontremos en papel. Mientras llega ese momento, voy retratando cada amante y escribiendo con mi saliva sus memorias, su bella agonía, sus inviernos dónde con cada paso me marchitan.

Soledad

Soledad


Algunos se repelen dado su condición de sobrevivientes. Algunos se acercan dada su condición de masoquistas.

Solo e invalido me encuentro entre la selva negra,
rumiando y disecando,
el beso,
de la amada.

Mirada (XVIII)


Nos vendieron el Mal como algo necesario. Nosotros lo volvimos costumbre.

Mirada (XVII)


¿Es casualidad que la palabra Libro y la palabra Libre sean tan cercanas?

¿Acaso en el lenguaje la similitud debería ser causa de la sospecha literaria?

De cómo aprender a caminar


La locura como elemento primario para desarrollar la sabiduría. La sensación de muerte para corroborar la inmortalidad.
Todo se marchita por que quiere vivir nuevamente. Todo se azuleja en este cielo nuevo. La locura como acto patológico para volvernos sensibles, para volver al inicio de nuestra divinidad.

El conocimiento como elemento secundario para desarrollar la sabiduría. Sea adquirido por la vía empírica, o la vía académica, el conocimiento es una llave para mundos ficticios nuevos.
Se rompen los ciclos y se convierten en espirales para poder cambiar el conocimiento, para acelerar los procesos, para no atarse al samsara.

El amor como elemento tercero para desarrollar la sabiduría. Amar todo lo que se ha tenido, entregado a dejar ir en forma amorosa. Amar la madre y al hijo, al vientre, al sexo. Amar con violencia porque de la ira se desprende la fuerza necesaria para seguir viviendo.
Se invoca la entrepierna, pero se guarda cuando es necesario. Cada proceso conlleva a otro mejor, menos ilusorio y más terrenal.

La ambición como cuarto factor para desarrollar la sabiduría. Tomarlo todo del mundo, con tranquilidad y con deseo. Atraer lo positivo y alejar lo negativo.
El guerrero tiene la destreza de pelear la batalla. Siempre ganará si es ambicioso en su mirar, sin llegar al egoísmo.

Los demás caminos se tornan. La evolución como método aplicable a todos ellos. La sabiduría emana del cuerpo del bendecido, los sueños se vuelven la iluminación ya adquirida al nacer. Estamos completos y solo nos queda el pulirnos. Bendita sea la sombra como fuente de ancla a la realidad.

Mirada (XVI)


La cuestión de todo asunto con respecto al tiempo se puede resumir en la siguiente oración:

El Yo se deforma y juega con el pasado, presente y futuro, porque el Yo permanece mutando en esos estados y es la suma de todos ellos a la vez.

Show

Show

Tu sonrisa como fuente de felicidad de millones de personas. Todas las mañanas, en Europa y parte de Asía, las personas se despiertan, se bañan, se alistan y van a la parte central de la ciudad. Allí existen dos pantallas gigantes. Cuando las prenden a las 9:00 a.m., sale tu rostro y esa sonrisa tan preciosa que tienes en fotos. Las personas se quedan extasiadas al verte sonriendo y el resto de día recuerdan aquella sonrisa tan bella que inspira tranquilidad. En cuanto a las gafas, dicen que te da un toque de fantasía y de seriedad. Yo digo que es un fetichismo, pero pues, quién soy yo para decir esas cosas frente a millones de personas.

Burla

Burla

Las hienas sonríen frente a la caverna. El león se ha hecho cautivo de su melena y ya no sale hasta que esté reluciente.

A la Demakrada

A la Demakrada

Sigo buscando a la Demakrada, a la mujer que está detrás de bambalinas de la virtualidad. Escucho sus tímidas sonrisas dentro de mi cabeza, sus pestañeos inconstantes y sus respiraciones de pez. A ella yo le canto en las noches de luna ausente. Le digo que hace mucho tiempo que no visita mis costillas, que cada parpadeo que realiza me hace sentir creativo entre mis miedos, que su sombra que todavía perdura no tienta el consciente.

Siniestro

Siniestro

Hoy os advierto de mi enfermedad. No puedo indicaros que la controlo, sino que por el contrario, ella es la que me domina; es mejor huir de mí. Os entiendo, muchas veces he contemplado este rostro y he tenido la sensación de tranquilidad por unos instantes, pero no se dejen engañar así como yo no lo hago. Después, cuando vuelvo a ver mi rostro con detenimiento, la calma se va y me entran las ganas de cortarlo con mis propias uñas. Esas son las señas de repulsión que habitan en este ser. Por eso os digo: ¡huyan!, todavía estáis a tiempo de no ser destrozados por mi gran sonrisa camaleónica.

Mirada (XV)


¿Para qué hablar de muerte en este mundo tan líquido? El arte hace inmortal a una parte del artista por que los demás no soportan la idea de que él se vaya en paz.

Mirada (XIV)


El camino a la experimentación pertenece a cada uno. No soy un maestro ni un discípulo, soy solo un viajero que sirve como peldaño para que otros alcancen su destino. Sigo mi ciclo evolutivo sin juzgar el de los demás, solo apartándome a nuevas experiencias que exploran la fragilidad. La felicidad se encuentra y se pierde a través de la travesía, ahora solo existe el concepto de grandeza.

¿Qué estoy dispuesto a sacrificar para lograr lo que yo deseo? Todo, MI TODO.

De los errores


Y acaso, cuando la cagamos, ¿qué es lo que nos queda, sino reírnos de nuestros errores? Que la vida sea un tarrito de arena, que sea un despilfarre de emociones que se vuelven a llenar. Un pasatiempo para el niño que habita en cada uno. Un gemidito creado por un amor no ilusorio.

Hay que hacer hasta las ultimas consecuencias. Dudar, pero no detenerse. Cuando muera, posiblemente darán mi cuerpo a la calle, y en el manicomio tendré una placa conmemorativa.

Del Escritor (IV)

Del Escritor (IV)

En el principio existía La Palabra:
La Palabra se volvió emoción y de la emoción nació La Muerte. La Muerte destruyó a La Palabra y se entronizó para gobernarnos con El Silencio. El Movimiento fue creado por La Palabra como forma de muerte a la misma Muerte. Y El Silencio se transgredió a sí mismo entregándole a la palabra la posibilidad de ser escuchada.

Tiempo después, La Palabra vino y se posó en mí. Me sacó del ensimismamiento en el que en aquel entonces me encontraba y me entregó la cualidad de La Imaginación. Cuando la palabra me acunó y me enrolló entre sus letras, me dio sus alas con sus silabas y me salvó con su pronunciación. Pero vino La Muerte y trajo tristeza y desgracia, El Silencio alimentó mi boca y La Palabra no fluyó durante mucho tiempo.

Ahora, aquí yazgo con todo lo que fui, con lo que La Palabra me dio y con lo que me quitó. Aquí yacen mis hijos literarios, pálidos, no paridos, parcos.

Mirada (XIII)


Es necesario obviar lo pornográfico y encontrar lo erótico. Y en medio de mis delirios me contesto a la pregunta retorica que surge: lo erótico es lo inocente llevado de la luz a la oscuridad. Dejarlo todo y entregarse a la luz.

Vacíos: somos seres destinados a ser escritos en el libro dorado.

Mirada (XII)


La inocencia muerta es entregada a la luz. Los dedos entran en cada sexo mientras la mente se turba.

Amar es violentar el cuerpo, pensar es violentar el alma.

Ausencia

Ausencia

El mejor regalo que le puedo dar a alguien es mi ausencia. El motivo que me separa de algunos es solo el amor que les profeso a los buenos recuerdos, y cuando vuelvo, si es que vuelvo, puedo convertirme en un fantasma denso. La mejor ofrenda que le puedo entregar a los desconocidos es mi presencia, mis versos transmiten muerte, mis palabras que transmiten vida.


Si hablo de tomar el tren a media noche, no puedo decir que no lo tome a medio día. Si hablo de escuchar por un momento el arrullo del mundo, no puedo irme sin cerrar los ojos por un rato. Es que esto de ser cósmos hace que uno sienta tanto con tanta intensidad que a veces se olvida de su propia personalidad, y se concentra en solo desvanecerse.

Mirada (XI)


Y si me disparo en la cabeza, sería una masacre lo que cometiera. Un suicidio apunta a destrozar una individualidad: si lo acometiese, sería destrozar a todo un universo.

Mirada (X)


Hay algunos, que la serpiente nos encarcela, y la entrepierna nos libera.

Al Lector (Ensayos - Montaigne)

Al Lector (Ensayos - Montaigne)

Lector, éste es un libro de buena fe. Te advierte desde el inicio que el único fin que me he propuesto con él es doméstico y privado. No he tenido consideración alguna ni por tu servicio ni por mi gloria. Mis fuerzas no alcanzan para semejante propósito. Lo he dedicado al interés particular de mis parientes y amigos, para que, una vez me hayan perdido —cosa que les sucederá pronto—, puedan reencontrar algunos rasgos de mis costumbres e inclinaciones, y para que así alimenten, más entero y más vivo, el conocimiento que han tenido de mí. Si hubiese sido para buscar el favor del mundo, me habría adornado mejor, con bellezas postizas. Quiero que me vean en mi manera de ser simple, natural y común, sin estudio ni artificio. Porque me pinto a mí mismo.

Mis defectos se leerán al natural, mis imperfecciones y mi forma genuina en la medida que la reverencia pública me lo ha permitido. De haber estado entre aquellas naciones que, según dicen, todavía viven bajo la dulce libertad de las primeras leyes de la naturaleza, te aseguro que me hubiera gustado muchísimo pintarme del todo entero y del todo desnudo. Así, lector, soy yo mismo la materia de mi libro; no es razonable que emplees tu tiempo en un asunto tan frívolo y tan vano.

Adiós, pues. Desde Montaigne, a 12 de junio de 1580.

Amigos (II)

Amigos (II)

Los demonios azules recorren la estratosfera. Buscan conocimiento de luz para poder socavar al universo. Tragan la ira y la convierten en alegría, evocan falsos ritos para obtener la fantasía de los hombres y hacerlos semidioses por medio de la imaginación.

Un demonio azul se acercó en estos días a mi casa. Me ha convidado pan de avellana y alguna que otra droga contra la monotonía. Él, leviatán, me acunó y me lamió la cara para sacarme varios pensamientos. No pudo. Soy inmune a la locura, soy el hombre más cuerdo que han conocido. La imaginación no se encuentra en mi cabeza, pues todo lo que yo escribo, digo y soy, es realismo en la dimensión que habito.

Mirada (IX)


Debido a los últimos acontecimientos he decidido lo siguiente:

Voy a ir al sanatorio, buscaré una pelirroja natural que esté extremadamente loca.
En caso negativo, la esperaré allí. Con pastillas, la espera se hace corta y no dolorosa.

Bosque

Bosque

Mis padres me hicieron al calor de las cigarras en el bosque, es por esa razón que aunque vivo en la ciudad, huelo a naturaleza, soy fecundado por animales y me baño con su saliva. En mi bosque imaginario he encontrado varios animales que me aman, que me odian, que me miman y me acobijan.

He recibido los ojos de la Mantis Religiosa, diosa del canibalismo erótico. Me comí mi parte masculina; dejé de ser un ente andrógino. Del Oso recibí sus garras: estoy sanando mi entrepierna.

Bitacora de un caramelito


Bitacora de un caramelito

Con mi querido esposo aprendí a sentir el tacto en otros ámbitos aparte del amoroso. Aprendí a aguantar una escena de celos, un momento de reclamos, a mirarlo a los ojos mientras follaba, aprendí a repudiarlo y a volverlo a encontrar en la Coca-Cola y la anfetamina. Con él, me mantuve en pie durante mucho tiempo hasta su partida, 

Mi querido fue un aliento, un átomo, un solsticio, una tonada en sol solecito, un carnaval de ironía. Mi querido fue un momento de angustia y un momento de cariño, un momento de sonrisas y un momento de tranquilidad, un momento de crudeza... me dijo que yo me creía un cuento, le dije que era un masoquista, me dio dos bofetones, yo le di cuatro patadas, me abrazó con siete brazos, lo bese en la espalda y en la entrepierna.

Mi querido era emoción pura, catalepsia, explosivo, coma, fragmentación, reposo, movimiento, complemento. ¿Y qué decir de aquél quien abandona sin abandonar, quien respira lejos en otro país por mis mejillas, quien sonríe cuando me recuerda mientras se folla a un argentino? Nada, que fue grato y bienvenido por todo lo que vivimos, que sus besos y miradas se van en forma de cuento/poesía, que podré viajar e irlo a buscar por mi obsesión de esposo amoroso que busca que su cónyuge cumpla con sus obligaciones.

Mi querido exesposo... mi querido y bello exesposo.

Mirada (VIII)


Actualmente, solo si sucediese un evento catastrófico, el ser humano podría llegar a comunicarse con el otro. De resto, solo son interpretaciones virtuales que se realizan a través de gestos hipócritas.

Mirada (VII)


La única forma en la cual el ser humano se puede comunicar con la verdad, es a través de la piel. De padre a hijo, de amante a amante, de saludo a abrazo. De otro modo, solo se está imitando a Dios y a su divinidad lingüística.

Plegaria

Plegaria


Bebe de mi ser una vez más y arranca con tus dientes mis días. Santificada eres de todas las pecadoras y deseo es tu segundo nombre. Endecasilame si tu saliva lo permite y déjame morar entre tus piernas. Dadme el descanso entre tus venas, pero solo siempre y cuando el amor se inmiscuya en nuestras nimiedades.

La Estrella Roja

La Estrella Roja

La estrella roja me pregunta si puedo navegar hasta ella. Trato de pensarlo pero antes de que me dé cuenta, mis piernas ya se están moviendo. La luna roja brilla haciendo que mis ojos sientan dolor y fascinación al mismo tiempo. ¿He de ser sacrificado dentro de las espirales de los antiguos cultos germánicos para poder observar a la luna en su magnitud sobre mi pecho? Mis piernas siguen su curso hasta que mis oídos escuchan las voces de los cantos a Ataecina. Gran cabra/diosa de la creatividad fértil y mortífera, diosa de artistas místicos llenos de locura y enfermedad, ¿eres tú la que me mostrará la luna en su máximo esplendor? ¿eres tú la que me brindará calma a este dolor en el pecho por causa de la angustia de los hijos de Salomón?

Tildes

Tildes

Si hablamos de gustos, soy muy variable. Hombres, Mujeres, Travestís y todo lo que se atraviese desde que cumplan ciertas condiciones. Y no se trata de volar como dice Girondo, eso ya lo pasé hace tiempo. Sino que simplemente tengan Duende como dice Lorca, tengan chispa.

Si hablamos de personas, me encantan las que están rotas, las que son tristes. Amo a las que no desean vivir más de la cuenta por que son prudentes con la vida, y sin embargo, admiro a las que se quedan vi-viendo a ver si el mundo les da un premio al fracaso.

Si hablamos de otros gustos, soy un despilfarre de emociones. No concibo el quedarme quieto entre una sola. A veces triste, a veces alegre, puedo cambiar de treinta y dos emociones a sesenta y cuatro en dos horas. Lo puedo hacer más rápido, pero prefiero dedicarle un poco de tiempo a cada emoción para sentir como cada una pasa por mí.

Si hablamos de voces, tengo una que me habla de alquimia y me pide que siga cambiándome hasta volverme algo oscuro, algo denso... y poco a poco le voy haciendo caso. Otra me pide que vaya al trabajo y no mande todo a la mierda, y cada vez esa, pesa menos.

Si hablamos de algo más no creo que haya necesidad, el autor es invalido ante su obra. Da igual lo que se escriba de uno mismo salvo que nada se va a preservar sino como obra y no como esencia. Sí, escribo por escribir, no por vocación o designio divino, no como fuente para cambiar el universo externo, no como creador de obras que reflejen la condición humana. Escribo por método de ensayo y error para describirme y hacer catarsis de mis obras mal logradas, como necesidad de explorarme antes de volver al ciclo de energía, como fuente de conexión entre lo divino y lo terrenal. Mis dedos dejan escapar las tildes que alguna vez tuve que escribir, pero es tarde. Por más que desee, las tildes ya no tienen valor en mi vida.

Acto Poetico (III): Oportunidad

Acto Poético (III): Oportunidad

Agujero Negro en nuestras vidas

Hoy, quememos la ciudad. Mañana... mañana veremos qué es lo que sucede con mis/tus miedos/paranoias.

Ejercicio Escritura (II) (02-12-2014)

Ejercicio Escritura (II) (02-12-2014)


Olson


La nanaaaaa se atraviesa en redoblantes mallll-acostumbrados / resuenan los sonidos que emite el gorila al pasar dejando hojas en el suelo erosionado.


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LOSSSSSSSSSSSSS
Sortilegios que se inmiscuyen en los aullidos del dios sol / sombras que mortifican al verso herido mientras las noches van volviendo locas las estre**** estrelladas entre entrepiernas piernalascivias de la vía del tarot que comprende-todo-de-dios.

Ejercicio Escritura (I) (02-12-2014)

Ejercicio (I) (02-12-2014)


Kerouac

Como emperador del fracaso concedo la fortuna de saber que me satisfago en los recuerdos moribundos del ayer y después de tronar las campanas vuelvo a escribir y a ser y a vivir y a soñar así no valga nada - es hora de tomar la medicina y caminar sobre el pavimento que envuelve al solecito de Silícea y a navegar sobre la nave de espirales cordiales hacia el infinito arriba de nuestra melancolía somnolienta que divaga sobre el asfalto inundado de los recónditos lugares que alguna vez describieron poetas y que solo es un cerrojo a la oscura tergiversación de la realidad - por que seguir escribiendo? eso es simplemente vanidad de querer sentirse menos roto y menos ido y menos corrido de la cabeza y menos cabizbajo porque se sabe bien que el objeto a enderezar es el instante de la fantasía y la prosperidad.
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Respirar y atinar sentirse y vivir dentro de la capsula espacial que recorre los filamentos de la muerte siendo agua siendo hierro siendo fuego siendo tierra siendo vida moribunda que no ha de recorrerse dentro de mil años moribundos en los cuales la tercera guerra mundial sucederá y volara los cráteres del inconsciente colectivo para repetir con gran desespero- soy el ego - soy el ego de la muerte y la avaricia y la codicia y la inmundicia y la sevicia de la plataforma calcina de la solilocuencia de la armonía que nunca designa herederos salvo los pájaros de fuego en las siete lunas de Júpiter sacudidas por el espermatozoide de la inclemente crueldad


De los átomos


Uno de los mayores problemas que se tienen en esta sociedad es el ego mal manejado. Pensamos que somos exclusivos, que somos únicos en todos los sentidos y asumimos que los demás también verán eso. Nos sobrevaloramos mientras los demás nos desechan. Lo irónico de este pensamiento radica en que mientras nos limitamos a pensar en individualidad, el planeta se mueve en colectividad.

En términos generales somos iguales. La misma mierda que no puede ser ni reciclable; físicamente tenemos las mismas facciones en general, mentalmente nuestro cerebro tiene la misma capacidad. Exceptuando nuestras manías y lo que nos hace predecibles, somos el mismo pedazo de insatisfacción. Emocionalmente, ohhh, emocionalmente somos iguales, masoquistas y sádicos hasta la muerte. No veo la diferencia de nuestros átomos salvo las cadenas genéticas que se están alterando.

¡¡¡Yo soy un átomo, un maldito átomo en este universo...!!!. Y sin embargo, a veces, me siento como todo un ecosistema intergaláctico gracias al asqueroso ego que tengo.

Juego

Juego

Mientras tanto, el juego de ruleta rusa continúa en mi vida. Todavía no he podido encontrar la cura a la autodestrucción. Pero, como pueden notarlo, me he esforzado con ocultarlo bien. De nuevo mi naturaleza me despierta el instinto y las prohibiciones se resquebrajan. Un principio alquímico dice: hay que perder algo para ganar algo. Algunos vamos perdiendo nuestra conciencia/cabeza con tal de encontrar la conexión divina.

Ida

Ida

Vida, muerte, llanto y una sensación que va y viene en mi cabeza. Se derrumban las notas y se convierten en silencios inescrupulosos que rodean el corazón herido. ¡Muerte a la in/conciencia y arriba la tempestad! ¡Muerte al alba mientras la carcajada se extiende entre los caminos de tersos sentimientos mortecinos! Salvad lo poco que queda, salvad las piernas, las extremidades, los pulmones y hasta la visera; el cráneo, el cráneo ya es del océano...

Nombre

Nombre

Entre mi boca se pronuncia tu nombre haciendo extravagantes ruidos sin lógica alguna. Él se liga entre mis músculos, atormentándome en espasmos excesivamente fuertes. En mi garganta se ata el nudo y la daga de Salomón se balancea sin compasión sobre mi cuello. Mi sangre se siente su ausencia/presencia, y no puedo dejar de pensar en ello. Todo me consume.

Es cruel saber cuan cerca estás en el cementerio, y cuan lejos estás de mi vida.

De lo anónimo


Si hablamos del ser-anónimo, hablamos de flores que recogemos mientras terminamos de marchitar nuestro ego. Nos convertimos en anónimo cuando desvanecemos nuestra imagen para dar paso a la obra. Ahí vamos en nuestra vida, pensamos que somos y que permanecemos, vivimos tratando de afirmarnos cuando sabemos que nos disolvemos en polvo.

Le damos nombre hasta a las estrellas para podernos ubicar sobre el tapiz del destino. Cuando nos vemos reflejados en el universo, nos sentimos tan tontos y vacíos, tan muertos y tan chiquitos. Da igual, somos tontos, vacíos, muertos, chiquitos.

Casa

Casa

Todos los dioses se han ido. Nadie habita en esta casa. Las galaxias se han extinguido y ahora solo quedan estrellas rojas que se estallan a medida que pasa el tiempo. Solo quisiera encerrarme en una burbujita y no salir durante catorce equinoccios. Pero el mundo gira y me hace girar así yo no quiera.

Salida

Salida

De mis gustos puedo decir poco: Mujeres de aspecto frágil y con una gran vocación a la lujuria. En cuanto a hombres, concibo diferentes materiales, peros solo si su cara y cuerpo se asemejan al de una fémina.

En cuanto a mis placeres puedo entregarme más poco satisfacerme, es absurdo que el hombre alcance una plenitud completa cuando su angustia lo devora y precisamente, eso es lo que me sucede. No puedo descansar sin sentir que mi semen ha salido, que mis manos han palpado la carne, que mi pelvis fue movida.

De día pienso en lo que haré en la noche y en la noche lo ejecuto. Me he encontrado con diferentes especímenes que parecen racionales pero terminan siendo atontados y claustrofóbicos. Y yo que los retengo en mi entrepierna acabo por destruir lo poco de felicidad que queda en ellos hasta que se liberan de mí y empiezan el ciclo de ellos.

Cuando sucede esto, duro un tiempo pensando y doliéndome entre los diferentes recuerdos, hasta que mi entrepierna vuelve a cazar otro ser dispuesto a ser curado y todo el ciclo vuelve a suceder.

Ahora, el menester es una pelirroja, con gafas si es posible, con poco miedo de salir huyendo, con mucha fuerza para querer surcar la parábola.

Mad

Mad

Recorrer la carretera. Alistar las armas. El motor está encendido y tengo las llaves. Soy una reencarnación del jinete nocturno, su alma arrebatada se esconde en mi vientre. Los prostíbulos y bares de mala muerte me esperan, la autopista es angosta pero larga y el viento me acompaña en la travesía. Aventarse a lo desconocido. Soy el principio y el final de todo el universo.

Ocaso

Ocaso

Los sueños se rompen, los abrazos se quiebran. El solsticio trae calaveras y siento que debo refugiarme en mis venas.

El aleteo de los muertos se escuchan en mi cabeza. El soldado fantasma se proclama valiente.

Lucho por no caer ante los sueños, por la tan anhelada estabilidad. La realidad me arranca de sus brazos. Es un complot creado por todos los demás para que muera la felicidad que existe en mí.

¿Quién es la dueña de mis vidas? ¿Acaso no es la diosa ironía?

Mirada (VI)


Si habláramos en términos literarios, el mundo sería un hipertexto. Los hombres seríamos prosa y las mujeres poesía. Las emociones serían pequeños fragmentos de la historia y la vida sería una novela.

Acto Poetico (II): Felicidad

Acto Poético (II): Felicidad

Lleve el arma directamente hacia su boca, quite el seguro. Tome una bocanada de aire.

Dispare.

Acto Poetico (I): Encuentro

Acto Poético (I): Encuentro

* Para curar la inseguridad en el hombre: Quítese los pantalones.

* Para curar la inseguridad en la mujer: Rápese el cabello.

Declaracion de amor

Declaración de amor

Me declaro estúpido, lelo para los más decentes, iletrado para los que nos encantan las palabras como son. Eso del amor es un tema que no puedo entender. Desde que la leona abandonó a su león para meterse con el pez globo, las cosas no pueden ser más absurdas. El león ya no come, ya no duerme, se la pasa mascullando contra todo el mundo.

Eris

Eris

Si hablamos de amores, soy un ser egoísta, que busca con presteza manzanas de oro para sembrar en su jardín.

Mil dragones se esconden entre la hiedra de mi palacio, custodiando mil vírgenes que se pasean desnudas entre los cuartos, dándose amor con sus dedos, abriendo sus piernas al ocaso y al amanecer. Las sombras se arremolinan sobre los gemidos que se gritan cada vez que tienen un orgasmo, el sol cae exhausto al anochecer para darle paso a la lujuriosa y pervertida luna.


Si hablamos de odios, soy el que recuerda a los chistes podridos, un esqueleto de gorrión en las manos de un cruel niño, un escalafón para llegar a la cima. El león se fue dejando las hienas frente a mi mesa, con su sonrisa burlona me han retado a dejarme contagiar y yo he comprendido que no es necesario acercase salvo a lo que puedes tomar con la mano estirada.

Después de las charlas con el hombre cangrejo me dieron ganas de buscarme un nuevo caparazón. para mis sentimientos. Mi corazón es de látex, mi emoción se vuelve dubitativa.

Mirada (V)


Lo que plasmo entre mis textos son sucesos que se volvieron mi vida, y en donde actualmente estoy. Entiendo que no deseen mirar más allá y saber las razones, sin embargo, escribo esto para expulsar demonios, a pesar de no ser escuchado. Por que la letra también tiene la capacidad de trasbocar los sentimientos del ser humano.

Amigos

Amigos

Todas las noches viene un demonio a mi cama, me toca y me susurra cosas al oído; habla horas y horas sobre teorías existencialistas acerca de su padre en los cielos. Todo eso ocurre mientras trato de conciliar el sueño. Al dormir, antes de caer en el estado de inconsciencia, alcanzo a percibir su garra acariciando mi cabello y mis piernas. Luego, sueño con civilizaciones perdidas y el fin del universo, sueño con tentáculos lovecraftianos y con otras aberraciones literarias del más allá. Aveces soy un emisario de la paz, otras, un ente de guerra que se desplaza entre mundos.

El demonio me despierta, me levanta las manos para que no caiga otra vez dormido, me sopla las cejas y me recita poemas mientras me baño. Antes de salir de la casa, me peina teniendo en cuenta mis tres remolinos, me da la bendición y me envía a trabajar mientras el comete las más bajas aberraciones dentro de mí.

Lararararara, lararararara, lararararara, larararararara

Ahí está otra vez con su canto alegre dentro de mi adolorida cabeza.