Pecado: Pereza

Pecado: Pereza

Pastas y más pastas de muchos colores. Utilizo somníferos en dosis altas junto con melodías suaves que hacen de mi cerebro una masa de neuronas inertes que mantienen mi cuerpo enfermo. Las putas pastas que no dejan de moverse en la mesita de noche cada tercer día; entran y salen arrastrándose por el cajón con mis manos perezosas. Mis padres están preocupados por mi salud y mis estados de coma inducido, pero gracias a la poca autoridad que tienen junto con la gran cantidad de trabajo que desarrollan no tienen tiempo de preocuparse del porque de mis inviernos.
No tengo ideales, no quiero seguir viviendo en esta vía tan cambiante, prefiero dormir hasta finalmente desaparecer. ¿Para qué preocuparse por el estado del clima si igual ya no salgo? (bendito internet). ¿Para qué preocuparse de la vida si la mayoría del tiempo andamos ya muertos? (Yo solo acelero el proceso). Pastas y más pastas... y la muerte no llega.

Texto: John Blair
Imagen. Muñeca Purpura (http://www.facebook.com/octobre.noir)


Poetica: De Imposibles

Poética: De Imposibles

Dada la experiencia, creo que todos mis amores son hechos i-realidad. Desde mujeres crueles, soberbias y egoístas, hasta hombres hipócritas, huraños y pedantes. He pasado por géneros y degéneros; he conocido vaginas y penes, carne y sangre, odio y amor en la misma bocanada. 

Encontré mi lado femenino entre las lesbianas y maricas, atrayendo y rechazando… abriéndome el ano y el pene, sonriendo mientras me lo clavaban y sofocando mi furia mientras lo clavaba. Encontré mi letra sangrante en la Y y en la S, ella volvió a mi casa después de decir que nunca volvería y él me acariciaba mientras tomábamos un café en un puticlub. Todo se apagó y los dañe para que nunca más volvieran al decir mentiras como esas.

He apartado y me han apartado, he ultrajado y he sido violado. He roto y me han fracturado. Mis cadenas han sido bendecidas por la falta de memoria y por la perversión idealista de mi alma. Aunque siempre viene la hora en la que me dicen adiós, he sido recompensado con creces después de un tiempo con algo mejor. De sobrenombres lleno mi libreta para no evocar los nombres reales, de sucesos maximizados he llenado mi virtualidad, para poder vivir mi perversión y depurar lo no vivido. Digo que tengo cinco vidas o cuatro, pero en realidad creo tener más de diez y ocho mil trescientas cincuenta, y sigo perdiendo y perdiendo vidas todas las mañanas cuando resucito. A mis veintiocho años de vida material puedo decir que mis amores son mi muerte y mi resurrección, que me enamoro y me desenamoro en tiempo record y el reto no es desembarazarme de la tristeza sino conservar un poco de corazón cuando es necesario.

Mi historia está llena de mujeres rotas que se enamoran de mi fragilidad. Mi historia está llena de de alegrías desmedidas y de desamores paridos, de vino y agua, de momentos tenues y de momentos únicos... soy irrepetible... soy atrozmente irrepetible.