Amigos (II)

Amigos (II)

Los demonios azules recorren la estratosfera. Buscan conocimiento de luz para poder socavar al universo. Tragan la ira y la convierten en alegría, evocan falsos ritos para obtener la fantasía de los hombres y hacerlos semidioses por medio de la imaginación.

Un demonio azul se acercó en estos días a mi casa. Me ha convidado pan de avellana y alguna que otra droga contra la monotonía. Él, leviatán, me acunó y me lamió la cara para sacarme varios pensamientos. No pudo. Soy inmune a la locura, soy el hombre más cuerdo que han conocido. La imaginación no se encuentra en mi cabeza, pues todo lo que yo escribo, digo y soy, es realismo en la dimensión que habito.

Mirada (IX)


Debido a los últimos acontecimientos he decidido lo siguiente:

Voy a ir al sanatorio, buscaré una pelirroja natural que esté extremadamente loca.
En caso negativo, la esperaré allí. Con pastillas, la espera se hace corta y no dolorosa.

Bosque

Bosque

Mis padres me hicieron al calor de las cigarras en el bosque, es por esa razón que aunque vivo en la ciudad, huelo a naturaleza, soy fecundado por animales y me baño con su saliva. En mi bosque imaginario he encontrado varios animales que me aman, que me odian, que me miman y me acobijan.

He recibido los ojos de la Mantis Religiosa, diosa del canibalismo erótico. Me comí mi parte masculina; dejé de ser un ente andrógino. Del Oso recibí sus garras: estoy sanando mi entrepierna.

Bitacora de un caramelito


Bitacora de un caramelito

Con mi querido esposo aprendí a sentir el tacto en otros ámbitos aparte del amoroso. Aprendí a aguantar una escena de celos, un momento de reclamos, a mirarlo a los ojos mientras follaba, aprendí a repudiarlo y a volverlo a encontrar en la Coca-Cola y la anfetamina. Con él, me mantuve en pie durante mucho tiempo hasta su partida, 

Mi querido fue un aliento, un átomo, un solsticio, una tonada en sol solecito, un carnaval de ironía. Mi querido fue un momento de angustia y un momento de cariño, un momento de sonrisas y un momento de tranquilidad, un momento de crudeza... me dijo que yo me creía un cuento, le dije que era un masoquista, me dio dos bofetones, yo le di cuatro patadas, me abrazó con siete brazos, lo bese en la espalda y en la entrepierna.

Mi querido era emoción pura, catalepsia, explosivo, coma, fragmentación, reposo, movimiento, complemento. ¿Y qué decir de aquél quien abandona sin abandonar, quien respira lejos en otro país por mis mejillas, quien sonríe cuando me recuerda mientras se folla a un argentino? Nada, que fue grato y bienvenido por todo lo que vivimos, que sus besos y miradas se van en forma de cuento/poesía, que podré viajar e irlo a buscar por mi obsesión de esposo amoroso que busca que su cónyuge cumpla con sus obligaciones.

Mi querido exesposo... mi querido y bello exesposo.

Mirada (VIII)


Actualmente, solo si sucediese un evento catastrófico, el ser humano podría llegar a comunicarse con el otro. De resto, solo son interpretaciones virtuales que se realizan a través de gestos hipócritas.

Mirada (VII)


La única forma en la cual el ser humano se puede comunicar con la verdad, es a través de la piel. De padre a hijo, de amante a amante, de saludo a abrazo. De otro modo, solo se está imitando a Dios y a su divinidad lingüística.

Plegaria

Plegaria


Bebe de mi ser una vez más y arranca con tus dientes mis días. Santificada eres de todas las pecadoras y deseo es tu segundo nombre. Endecasilame si tu saliva lo permite y déjame morar entre tus piernas. Dadme el descanso entre tus venas, pero solo siempre y cuando el amor se inmiscuya en nuestras nimiedades.

La Estrella Roja

La Estrella Roja

La estrella roja me pregunta si puedo navegar hasta ella. Trato de pensarlo pero antes de que me dé cuenta, mis piernas ya se están moviendo. La luna roja brilla haciendo que mis ojos sientan dolor y fascinación al mismo tiempo. ¿He de ser sacrificado dentro de las espirales de los antiguos cultos germánicos para poder observar a la luna en su magnitud sobre mi pecho? Mis piernas siguen su curso hasta que mis oídos escuchan las voces de los cantos a Ataecina. Gran cabra/diosa de la creatividad fértil y mortífera, diosa de artistas místicos llenos de locura y enfermedad, ¿eres tú la que me mostrará la luna en su máximo esplendor? ¿eres tú la que me brindará calma a este dolor en el pecho por causa de la angustia de los hijos de Salomón?

Tildes

Tildes

Si hablamos de gustos, soy muy variable. Hombres, Mujeres, Travestís y todo lo que se atraviese desde que cumplan ciertas condiciones. Y no se trata de volar como dice Girondo, eso ya lo pasé hace tiempo. Sino que simplemente tengan Duende como dice Lorca, tengan chispa.

Si hablamos de personas, me encantan las que están rotas, las que son tristes. Amo a las que no desean vivir más de la cuenta por que son prudentes con la vida, y sin embargo, admiro a las que se quedan vi-viendo a ver si el mundo les da un premio al fracaso.

Si hablamos de otros gustos, soy un despilfarre de emociones. No concibo el quedarme quieto entre una sola. A veces triste, a veces alegre, puedo cambiar de treinta y dos emociones a sesenta y cuatro en dos horas. Lo puedo hacer más rápido, pero prefiero dedicarle un poco de tiempo a cada emoción para sentir como cada una pasa por mí.

Si hablamos de voces, tengo una que me habla de alquimia y me pide que siga cambiándome hasta volverme algo oscuro, algo denso... y poco a poco le voy haciendo caso. Otra me pide que vaya al trabajo y no mande todo a la mierda, y cada vez esa, pesa menos.

Si hablamos de algo más no creo que haya necesidad, el autor es invalido ante su obra. Da igual lo que se escriba de uno mismo salvo que nada se va a preservar sino como obra y no como esencia. Sí, escribo por escribir, no por vocación o designio divino, no como fuente para cambiar el universo externo, no como creador de obras que reflejen la condición humana. Escribo por método de ensayo y error para describirme y hacer catarsis de mis obras mal logradas, como necesidad de explorarme antes de volver al ciclo de energía, como fuente de conexión entre lo divino y lo terrenal. Mis dedos dejan escapar las tildes que alguna vez tuve que escribir, pero es tarde. Por más que desee, las tildes ya no tienen valor en mi vida.

Acto Poetico (III): Oportunidad

Acto Poético (III): Oportunidad

Agujero Negro en nuestras vidas

Hoy, quememos la ciudad. Mañana... mañana veremos qué es lo que sucede con mis/tus miedos/paranoias.

Ejercicio Escritura (II) (02-12-2014)

Ejercicio Escritura (II) (02-12-2014)


Olson


La nanaaaaa se atraviesa en redoblantes mallll-acostumbrados / resuenan los sonidos que emite el gorila al pasar dejando hojas en el suelo erosionado.


-------------------------------------------------------------------------------------

LOSSSSSSSSSSSSS
Sortilegios que se inmiscuyen en los aullidos del dios sol / sombras que mortifican al verso herido mientras las noches van volviendo locas las estre**** estrelladas entre entrepiernas piernalascivias de la vía del tarot que comprende-todo-de-dios.

Ejercicio Escritura (I) (02-12-2014)

Ejercicio (I) (02-12-2014)


Kerouac

Como emperador del fracaso concedo la fortuna de saber que me satisfago en los recuerdos moribundos del ayer y después de tronar las campanas vuelvo a escribir y a ser y a vivir y a soñar así no valga nada - es hora de tomar la medicina y caminar sobre el pavimento que envuelve al solecito de Silícea y a navegar sobre la nave de espirales cordiales hacia el infinito arriba de nuestra melancolía somnolienta que divaga sobre el asfalto inundado de los recónditos lugares que alguna vez describieron poetas y que solo es un cerrojo a la oscura tergiversación de la realidad - por que seguir escribiendo? eso es simplemente vanidad de querer sentirse menos roto y menos ido y menos corrido de la cabeza y menos cabizbajo porque se sabe bien que el objeto a enderezar es el instante de la fantasía y la prosperidad.
-----------------------------------------------------------------------------------------------------------

Respirar y atinar sentirse y vivir dentro de la capsula espacial que recorre los filamentos de la muerte siendo agua siendo hierro siendo fuego siendo tierra siendo vida moribunda que no ha de recorrerse dentro de mil años moribundos en los cuales la tercera guerra mundial sucederá y volara los cráteres del inconsciente colectivo para repetir con gran desespero- soy el ego - soy el ego de la muerte y la avaricia y la codicia y la inmundicia y la sevicia de la plataforma calcina de la solilocuencia de la armonía que nunca designa herederos salvo los pájaros de fuego en las siete lunas de Júpiter sacudidas por el espermatozoide de la inclemente crueldad


De los átomos


Uno de los mayores problemas que se tienen en esta sociedad es el ego mal manejado. Pensamos que somos exclusivos, que somos únicos en todos los sentidos y asumimos que los demás también verán eso. Nos sobrevaloramos mientras los demás nos desechan. Lo irónico de este pensamiento radica en que mientras nos limitamos a pensar en individualidad, el planeta se mueve en colectividad.

En términos generales somos iguales. La misma mierda que no puede ser ni reciclable; físicamente tenemos las mismas facciones en general, mentalmente nuestro cerebro tiene la misma capacidad. Exceptuando nuestras manías y lo que nos hace predecibles, somos el mismo pedazo de insatisfacción. Emocionalmente, ohhh, emocionalmente somos iguales, masoquistas y sádicos hasta la muerte. No veo la diferencia de nuestros átomos salvo las cadenas genéticas que se están alterando.

¡¡¡Yo soy un átomo, un maldito átomo en este universo...!!!. Y sin embargo, a veces, me siento como todo un ecosistema intergaláctico gracias al asqueroso ego que tengo.

Juego

Juego

Mientras tanto, el juego de ruleta rusa continúa en mi vida. Todavía no he podido encontrar la cura a la autodestrucción. Pero, como pueden notarlo, me he esforzado con ocultarlo bien. De nuevo mi naturaleza me despierta el instinto y las prohibiciones se resquebrajan. Un principio alquímico dice: hay que perder algo para ganar algo. Algunos vamos perdiendo nuestra conciencia/cabeza con tal de encontrar la conexión divina.

Ida

Ida

Vida, muerte, llanto y una sensación que va y viene en mi cabeza. Se derrumban las notas y se convierten en silencios inescrupulosos que rodean el corazón herido. ¡Muerte a la in/conciencia y arriba la tempestad! ¡Muerte al alba mientras la carcajada se extiende entre los caminos de tersos sentimientos mortecinos! Salvad lo poco que queda, salvad las piernas, las extremidades, los pulmones y hasta la visera; el cráneo, el cráneo ya es del océano...

Nombre

Nombre

Entre mi boca se pronuncia tu nombre haciendo extravagantes ruidos sin lógica alguna. Él se liga entre mis músculos, atormentándome en espasmos excesivamente fuertes. En mi garganta se ata el nudo y la daga de Salomón se balancea sin compasión sobre mi cuello. Mi sangre se siente su ausencia/presencia, y no puedo dejar de pensar en ello. Todo me consume.

Es cruel saber cuan cerca estás en el cementerio, y cuan lejos estás de mi vida.

De lo anónimo


Si hablamos del ser-anónimo, hablamos de flores que recogemos mientras terminamos de marchitar nuestro ego. Nos convertimos en anónimo cuando desvanecemos nuestra imagen para dar paso a la obra. Ahí vamos en nuestra vida, pensamos que somos y que permanecemos, vivimos tratando de afirmarnos cuando sabemos que nos disolvemos en polvo.

Le damos nombre hasta a las estrellas para podernos ubicar sobre el tapiz del destino. Cuando nos vemos reflejados en el universo, nos sentimos tan tontos y vacíos, tan muertos y tan chiquitos. Da igual, somos tontos, vacíos, muertos, chiquitos.

Casa

Casa

Todos los dioses se han ido. Nadie habita en esta casa. Las galaxias se han extinguido y ahora solo quedan estrellas rojas que se estallan a medida que pasa el tiempo. Solo quisiera encerrarme en una burbujita y no salir durante catorce equinoccios. Pero el mundo gira y me hace girar así yo no quiera.

Salida

Salida

De mis gustos puedo decir poco: Mujeres de aspecto frágil y con una gran vocación a la lujuria. En cuanto a hombres, concibo diferentes materiales, peros solo si su cara y cuerpo se asemejan al de una fémina.

En cuanto a mis placeres puedo entregarme más poco satisfacerme, es absurdo que el hombre alcance una plenitud completa cuando su angustia lo devora y precisamente, eso es lo que me sucede. No puedo descansar sin sentir que mi semen ha salido, que mis manos han palpado la carne, que mi pelvis fue movida.

De día pienso en lo que haré en la noche y en la noche lo ejecuto. Me he encontrado con diferentes especímenes que parecen racionales pero terminan siendo atontados y claustrofóbicos. Y yo que los retengo en mi entrepierna acabo por destruir lo poco de felicidad que queda en ellos hasta que se liberan de mí y empiezan el ciclo de ellos.

Cuando sucede esto, duro un tiempo pensando y doliéndome entre los diferentes recuerdos, hasta que mi entrepierna vuelve a cazar otro ser dispuesto a ser curado y todo el ciclo vuelve a suceder.

Ahora, el menester es una pelirroja, con gafas si es posible, con poco miedo de salir huyendo, con mucha fuerza para querer surcar la parábola.