Medellin (I)

Medellín (I)

Ayer hablaba con una persona que aprecio mucho y que me ha leído durante años. Me contó una historia fuerte (la cuál podría en algún momento llegar a trabajarla) y después me contó sobre la infelicidad y el desear estar siempre allí. Hoy estoy en un bar, solo, en El Poblado y mientras una pareja baila salsa yo canto aprendiendo a ser dichoso. Llevo medio día pensando en lo que deseo o lo que me haría estar en plenitud y no logro encontrarlo. Si usted ya lo hizo, me alegro, en mi caso posiblemente seguiré buscando respuestas. La parte positiva de esto es que mi decisión de hoy tiene que ver con crear en conjunto. Si tiene algún proyecto y quisiera mi colaboración, estaría dispuesto a darla. Mi año ya casi inicia (el 13 de marzo) y quisiera llegar a esa fecha con algo tácito. Por otro lado, gracias a quienes me leen así sea desde la sombra... Es bonito saber que los gritos que uno dirige al universo son escuchados.

Peces

Peces

Ay Campeón, las mujeres peces son un rollo, manipuladoras y mágicas, dionisiacas por naturaleza. Pero bueno, los hombres peces somos igual: estamos a mano. Lo único bueno de meterse con una mujer así es que lo que se vive es intenso; tanto que parece real... hasta que vuelve el ciclo a renacer y empieza el juego de nuevo.

De los efectos y cómo evitarlos


Para que exista una interacción entre dos objetos, uno de ellos debe tener una primera reacción con respecto al segundo. Así mismo, para que termine esa interacción entre los dos objetos, uno de ellos debe dejar de responderle al otro. Esto es teóricamente simple, pero, en mi caso, vivencialmente inmanejable cuando se trata del pasado. Me alejo de ciertas personas pero al final vuelvo, y esto parece que es viceversa. Al final, creo que lo que queda es tratar de ir depurando esos impulsos que nos hacen volver de donde ya nos fuimos y aprender a soltar.

A19 (Aleatorio10)

A19 (Aleatorio10)

Consulté en el tarot por ti. Nuevamente El Diablo se acerca al As de bastos. Y tú sigues lejos.

Mirada (XXXIII)


Renovarnos para que el tiempo no nos destruya, mientras destruimos lo que no nos renueva.

De sentirse indignado


Sí, claro, todos nos indignamos. Vemos en las noticias la masacre o lo que sucedió en la Guajira, o lo que pasa en la alcaldía o todas las cosas que nos van jodiendo. Nos indignamos. Pero cuando pasa alguien a pedir un pedazo de pan, a uno le da cosita, no es con nosotros, mejor que trabajen en vez de vivir en la calle, ¿cierto? y hasta ahí le llega a uno la indignación al darse cuenta que uno es igual a todos... ahora somos cínicos que reclamamos por todo en vez de poner nuestro granito de arena. Y el cínico es hasta bonito y cuenta cuentos con sus amigos y se vuelve experto en el tema o dice cómo uno se salva de un tiroteo mientras almuerza pollo, pero se caga del miedo al ver un arma así esté descargada. Cinismo... puro y llano cinismo.