Nombre

Nombre

Entre mi boca se pronuncia tu nombre haciendo extravagantes ruidos sin lógica alguna. Él se liga entre mis músculos, atormentándome en espasmos excesivamente fuertes. En mi garganta se ata el nudo y la daga de Salomón se balancea sin compasión sobre mi cuello. Mi sangre se siente su ausencia/presencia, y no puedo dejar de pensar en ello. Todo me consume.

Es cruel saber cuan cerca estás en el cementerio, y cuan lejos estás de mi vida.