Zoologico

Zoológico

Os comportáis como una manada de simios con un instrumento electrónico, no comprendéis que existen los audífonos en un lugar público. Las mujeres-araña se la pasan tratando de enlazar en sus redes de medias veladas hombres incautos con dinero que las puedan llevar a comprar seda nueva. No se han dado cuenta que los gatos somos ante todo felinos y siguen inyectando veneno para volvernos invertebrados. Sois peores que tortugas, entre sus cuevas se pasan resguardados de un real mundo, y cuando alguien va a salir lo tratan de perder entre las grietas del caracol, para finalmente desecharlo en las siluetas de la libélula. Sois absurdos cangrejos que vas hacia los lados, no medís las voces de los colibríes a pesar de estar en el infierno. Carroñeros de madera como el castor, punzantes como el escorpión, mezquinos como las hienas. La carne que tenéis entre pierna y pierna se corroe hasta ser de tumba. Darwin no tuvo en cuenta dentro de su teoría de adaptación el aparentar de las ballenas llamadas suegras, ni la falta de huevas de los cabrillos que dejan preñadas a las niñas. El instinto se les perdió en medio de sus alaridos, y las serpientes se volvieron mas escurridizas dentro de su propia vagina.

Carta al lector (09/02/2012)

Querido lector:

He de aclarar varias cosas que me molestan y no he podido contarte.

Numero uno: NO soy tu psicólogo, ni tu cantinero. No soy el que te escucha y simplemente no pide pasta. No vengas a joderme con tus problemas y situaciones emotivas que no vas a obtener respuesta de este cabronazo de mierda que reclama igualdad. Yo no te cuento mis problemas, vos no me cuentas tus problemas. No tengo la confianza para abrirme excepto con personas que valen la pena dentro de mi vida y actualmente ni siquiera mis piernas las abro salvo para alguien, así es que, con todo el fastidio y asco del asunto te digo en este día: JO-DE-TE, ve y te drogas con alguien y le cuentas tus problemas, A mi ni de coña me va el tener que escuchar el mismo sonsonete dado por tu falta de lógica en tu actuar. Vuelca tus problemas sobre una capilla, una oración hacia tu amigo imaginario o ve y lames las botas en algún puticlub y no me abordes con ideología barata, que si esperas que haya una comunicación es necesario que se realmente sea amena y un berrido austero.

Querido lector: La cultura te ha vendido la idea de que uno debe ser sensible y abrirse a los demás, pues bien, te tengo una noticia, deja de ser tan papanatas y empieza a hacer algo más que ocupar un espacio más en este universo. Deja de chillar y echarles la culpa a los demás, das asco y eres patético. Deja de camuflar tu incompetencia en la labor de otros. Deja de ser tan oscilante y dirígete a algún lugar. No te pude quitar el derecho a tu existencia, solo puedo darte el placer de morir "dignamente" o de decirte que no malgastes el aire con tus quejas. ¿Quieres quejarte?, piensa en la solución y no me jodas la vida, porque yo también tengo mis quejas y mis problemas. Y no me ando derramando en lágrimas porque hoy no pude dormir diez minutos más y cualquier otra pavada que te he escuchado.

Con toda la ironía, odio e irrespeto

Bitacora: Dia 3 (04 Febrero del 2012)

Bitácora: Día 3 (04 Febrero del 2012)

Soy un ser triste, melancólico, vacío y destruido que solo se alimenta de inmisericordia y de monotonía. Soy mezquino, cobarde, mal agradecido y desmemoriado. Soy un puto, un cabrón que simplemente se come la vida para después vomitarla a los compases de negras diseñados para ser tocados por violines marchitos. Soy intocablemente humano, me deshago entre el viento y entre estelas. Solo escribo alguna palabra bonita con el único hecho de ignorar mi condición paupérrima de soledad. Soy un entremés de la cordura maldita, una ecuación creada con lógica paraconsistente. Soy un cabrillo que se esconde entre el follaje berreando cuando el viento se mueve demasiado entre las ramas. Soy inserviblemente paranoico, y para colmo de males parezco caricatura de Medioevo, confinado a satisfacer mis necesidades básicas de respirar y resolver el mundo. Soy un ignorante con mal oído y fastidiado he de reconocer, que soy un vil inconsciente que la realidad me golpea día tras día y poco a poco voy perdiendo la batalla entre dejarme vivo o sonreír al disparar el gatillo. Un conmensurado olor de tristeza atraviesa la habitación y las tildes se van perdiendo en mi existencia tan absurda, el color rojo va volviéndose gris y dan ganas de decir no mas con un cuchillo en el cuello. Me busco y me busco dando vueltas al espejo, y lo peor que me sucede es que realmente me encuentro. Y me asombro con tristeza del ser tan nauseabundo que habita en mí. Y solo desea desaparecer, pero entra la tantrica cobardía y se arraiga a mis brazos para que no se muevan mas adentro perforando mi piel.