De apostar y no dejarse


Aún el más pesimista le apuesta a la vida. ¿Acaso el arte no es mejor considerarlo una apuesta y no una inversión? Se escribe y se muestra para generar sonrisas, lágrimas y demás sentimientos, se arrulla al prójimo con emociones mientras el artista pretende entrar en el otro y hacer un nido de pájaros poetas en su vientre.
Ojalá pudiera mi escritura algún día llegar a crear bosques enteros con sus respectivos habitantes dentro de alguien.