Distancia

Distancia

La española me ha abandonado. Con sus gráciles palabras se ha largado.

Es esa española que se dedica a ver películas para acordarse de sentir, lee a Nabokov mientras se masturba, piensa en sus mayores fantasías mientras viaja en moto y se retiene de soñar mientras idealiza su entorno.

La española me ha dejado. Se ha evaporado por mis curiosidades. Me ha dejado con el alma encendida y con la boca seca. Me ha dejado entre kilómetros para dedicarse a sus placeres. Me ha dejado y solo sé que me ha dejado. El frio de ese espacio que ocupa esta calándome los huesos y acobijando mi espalda.

La española no me habla ya. Se ha quedado muda con sus dedos, entumecida entre su mundo y yo, que empiezo a extrañarla, hablo con mi firmamento sobre ella un rato y sonrió al recordarla con nostalgia.