16 - La Mansión en Dios
Los gusanos se levantan y proscriben al cerebro: calma y meditación, paciencia y sabiduría. La torre se vuelca en amarguras y el don de lenguas se esparce como virus. La mansión en Dios se presenta frente y mi cabeza trata de no romperse. Sin embargo, ahora encuentro la tranquilidad que entrega la liberación. La voz que me queda me pide ser fuerte, las voces externas golpean con sus viles mentiras todo lo me circunda mientras me entrego a la fragilidad del ser humano.