Bosque
Mis padres me hicieron al calor de las cigarras en el bosque, es por esa razón que aunque vivo en la ciudad, huelo a naturaleza, soy fecundado por animales y me baño con su saliva. En mi bosque imaginario he encontrado varios animales que me aman, que me odian, que me miman y me acobijan.
He recibido los ojos de la Mantis Religiosa, diosa del canibalismo erótico. Me comí mi parte masculina; dejé de ser un ente andrógino. Del Oso recibí sus garras: estoy sanando mi entrepierna.