Partamos de la idea de que todo está jodido. Y no, no es que yo hoy me quiera cortar las venas o de que sigo triste, solo déjame mostrarte la idea: Todo está jodido. Y el viento solo sopla, y el sol quema, y el agua no basta para calmar la sed; cosas tan básicas como esas hacen que el camino se vuelva una continuidad de momentos sin importancia. El lado positivo de todo esto es que no tienes que arreglar nada. No eres el héroe de esta historia porque si todo está jodido no puedes hacer nada para remediarlo. Por que así lo intentes, todo estará jodido como siempre ha estado desde que respiraste por primera vez. Y por más que trates de hacer todo seguirá jodido. Ella seguirá rota, tratando de enamorar tipos para después botarlos a la caneca, aparentando que no tiene la culpa de nada porque con su propia culpa ya está destruida. Él seguirá buscando amor en cada palabra para llenar su vacío, preferirá contemplar hacia afuera porque es más fácil dilatar las pupilas que su alma. Y si todo está así, no te preocupes, vamos, solo respira, no le temas al fracaso de vivir, porque ya fracasaste desde que respiraste por primera vez. Inhala y exhala, este es tu Yo fracasado llevando un proceso químico para no terminar en la morgue. ¿Y para qué vives? Sigue respirando, da igual que todo esté jodido. Siempre puedes reírte y pensar que son patrañas, enamorarte de un perro o de un niño, llenar el vacío con miles de cosas como una casa o un buen polvo. Ahora que sabes que todo y todos estamos jodidos, puedes respirar con tranquilidad. Nadie está realmente a tu alrededor. Eso es libertad.