Hambre
Hambre de toda clase, de parque y sol y sonrisas, de miradas muertas que se pasean, de conocimiento cristalino que se mezcla con pupilas. Hambre de esas que devoran el sueño y sacan espantapájaros y libros de bibliotecas públicas al borde de la acera, que resumen vidas en crispetas y dan ganas de evaporar cada neurona para disfrutar hasta acallarla.