Sí, claro, todos nos indignamos. Vemos en las noticias la masacre o lo que sucedió en la Guajira, o lo que pasa en la alcaldía o todas las cosas que nos van jodiendo. Nos indignamos. Pero cuando pasa alguien a pedir un pedazo de pan, a uno le da cosita, no es con nosotros, mejor que trabajen en vez de vivir en la calle, ¿cierto? y hasta ahí le llega a uno la indignación al darse cuenta que uno es igual a todos... ahora somos cínicos que reclamamos por todo en vez de poner nuestro granito de arena. Y el cínico es hasta bonito y cuenta cuentos con sus amigos y se vuelve experto en el tema o dice cómo uno se salva de un tiroteo mientras almuerza pollo, pero se caga del miedo al ver un arma así esté descargada. Cinismo... puro y llano cinismo.