Miedo

Miedo

Todo se aglomeró en mis entrañas. El pavor, el dolor, la ira, el llanto y hasta los pedazos más horribles de mi ser se quedaron atravesados en mis vísceras. Me sumergí en mí, asomando la cabeza a ratos para poder ver donde estaba y nuevamente pude entrar en el sopor de la irrealidad interna. Gasté el tiempo y medité, hasta encontrar la respuesta a lo que hacia falta; luego de realizar estas actividades, deseé levantarme y contemplar el universo... lastima que mi cuerpo ya no quería recorrer el firmamento, solamente se quedó inerte, encorvado en el silencio.