Instante
He festejado cada muerte como un nuevo anuncio
y cada boca como una nueva verdad.
Cada instante se ha vuelto eterno
y cada eternidad es una gota de saliva.
He maltratado con los ojos
a las damas que susurran magia
y lamido con las yemas de mis dedos
a cada ratón que merienda gatos.
He aprendido a sonreirle
a cada mujer que pasa a mi lado
y cada sol de mi enfermedad
nace entre sus camisas.
A veces busco ojos, labios, culos, tetas,
pero solo encuentro personas
y vuelve la fragilidad
ha recordarme que estoy muerto.