Mi concepción fue en el principio de los tiempos, cuando Dios quiso ser un golpe de arpa en el universo 85 y el diablo era su hermano favorito. Fui parido entre orgasmos de medeas, cantos de lava y sonidos de ecuaciones gramaticales. Los padrinos trajeron regalos: Dios me dio el don de la razón para poder esclarecer el universo y el diablo me dio el don del sentimiento para poder entender al ser humano y no ser tan frívolo como su hermano.
Los dos tienen la culpa...