Del Escritor (VII)
Escribo sobre la destrucción, la guerra, la peste y la muerte; describo la violación que sufrimos por los jinetes del apocalipsis, aún antes de arribar a la tierra. No escribo respecto al miedo, escribo aferrándome a él, porque no hay otra forma de resolver la angustia interna salvo aceptándola. Escribo con tinta escarlata todo lo referente al artista, porque la violencia encierra arte y el arte encierra a la violencia. Nací con la necesidad de eyacular palabras en contra de la inefabilidad. Es el credo que escogí cuando acepte ser un sádico culto. Este el dogma que recibí de la sacra sociedad caníbal en la que habito. Es lo que deseo por ahora. Otro día, posiblemente, callaré.