BogoJam

BogoJam

La letra era sangre,
la sangre era música,
la música volaba,
y el volar era música,
y la música era sangre,
y la sangre era letra.

Del Escritor (VIII)

Del Escritor (VIII)

Escribir como sociedad para sentirse individual, escribir como demente para encontrar la cordura y con minusvalía coronaria para encontrar el miembro perdido. Escribir por escribir trasbocando palabras en vez de sangre, escribiendo con ajenjo para envenenar la realidad y no demacrarse ante el todo. Poner letra seguida de otra letra, con fuerza, con brío, procurando no ser borrado por la historia. Porque el arte de escribir no es solo trasbocar pero exige una concentración similar a la que se tiene en ese instante para no romperse la cabeza contra el inodoro por cada sacudida.

Escribir, escribir, escribir.

Ave

Ave

La poesía es amalgama de inciertos,
veneno, tragedia,
asesinos
que corroen la tragicomedia.

Al entenderla,
la perla
se llora, se sangra
se quiebra
se enhebra 
se desangra
al lamerla,
al entenderla 

Mas pobre del poeta
que sufre anemia,
y su alegría
es escueta.
Y sangra 
y desangra
alrededor de todo
lo deseado.

Del Escritor (VII)

Del Escritor (VII)

Escribo sobre la destrucción, la guerra, la peste y la muerte; describo la violación que sufrimos por los jinetes del apocalipsis, aún antes de arribar a la tierra. No escribo respecto al miedo, escribo aferrándome a él, porque no hay otra forma de resolver la angustia interna salvo aceptándola. Escribo con tinta escarlata todo lo referente al artista, porque la violencia encierra arte y el arte encierra a la violencia. Nací con la necesidad de eyacular palabras en contra de la inefabilidad. Es el credo que escogí cuando acepte ser un sádico culto. Este el dogma que recibí de la sacra sociedad caníbal en la que habito. Es lo que deseo por ahora. Otro día, posiblemente, callaré.

Pequeño Poema Infinito - Federico García Lorca (Un poeta en Nueva York)

Pequeño Poema Infinito - Federico García Lorca (Un poeta en Nueva York)
Equivocar el camino
es llegar a la nieve
y llegar a la nieve
es pacer durante veinte siglos las hierbas de los cementerios.

Equivocar el camino
es llegar a la mujer,
la mujer que no teme la luz,
la mujer que mata dos gallos en un segundo,
la luz que no teme a los gallos
y los gallos que no saben cantar sobre la nieve.

Pero si la nieve se equivoca de corazón
puede llegar el viento Austro
y como el aire no hace caso de los gemidos
tendremos que pacer otra vez las hierbas de los cementerios.

Yo vi dos dolorosas espigas de cera
que enterraban un paisaje de volcanes
y vi dos niños locos que empujaban llorando las pupilas de un asesino.

Pero el dos no ha sido nunca un número
porque es una angustia y su sombra
porque es la guitarra donde el amor se desespera,
porque es la demostración de otro infinito que no es suyo
y es las murallas del muerto
y el castigo de la nueva resurrección sin finales.

Los muertos odian el número dos
pero el número dos adormece a las mujeres
y como la mujer teme la luz
la luz tiembla delante de los gallos
y los gallos sólo saben volar sobre la nieve
tendremos que pacer sin descanso las hierbas de los cementerios.

                                Nueva York, 10 de enero de 1930.

Soluciones a la catastrofe de estar vivos


*
Inundar la boca con licor, con alegría, con la esperanza de que todo va a cambiar. Mantener el gozo con ternura, el sexo con saliva, el llanto con amor. Entregar al universo todo lo que ha sido dado. Respirar, respirar hasta encontrarse nuevamente al humano. Pecar de inocente, porque no hay más alegría que ser un niño sabio.

**
Romper la estructura en la que fuimos atados como corderos. Persistir hasta realizar los ideales imposibles. Fluir hacía el océano y llegar a las cuevas, en la eternidad dorada.

***
Perder todo lazo, toda atadura, todo ciclo, todo movimiento. Probar la soledad extrema. Alejar todo lo amado y soñado, desprendiéndose de los sueños/pesadillas. Caminar por la Senda, ver al Gran Leñador y reírse de él. Desaprendeherse de todo conocimiento, romper el maya, trasbocar lo muerto.

****
Evolución antes de que el capullo muera.
Repetir el mantra: No soy el árbol, soy la tierra . No soy el pez, soy el océano.

*****
Sonreír.