Oda a la Imbecilidad
Para mis amantes tengo un cuarto en donde se encuentran mis clones, normalmente los arreglo y los visto para cada ocasión colocando nuevas miradas, nuevos conceptos y nuevos corazones. Cada cierto tiempo los desarmo y los vuelvo a armar para que me digan Hombre-Misterio, imbuyéndoles droga en los labios para aturdir lo que ellos besen. En mis clones caben verdades desgarradoras, pensamientos crueles, mascaras de mil formas, soliloquios existencialistas y sacos de lana gastada.
He cargado a estos seres con lenguas de gato para divertir el sexo de mis amantes, penes gozosos para clavar a mis amantes, saliva sabor manzana para escupir a mis amantes, y aguijones de escorpiones para destruir a mis amantes. les he puesto a ellos lascivia y agua bendita, tentación de diablo y consuelo de ángel, inquisición de verdugo y destierro de victima.
Para mis amantes he adoptado cada demonio y lo he disfrazado de verdad. He carcomido cada carroña y la he expulsado desde mi ano a sus bocas. He incitado el dolor de cada esquina de su cuerpo con mis dientes y he prostituido cada infierno entre sus senos. Para mis amantes me he vuelto mordaz y adictivo, obsesivo y enfermizo, heroína y anfetamina, hielo y lava, cabrón e inocente. Para mis amantes, aquellas que han hecho de mí este ser tan elocuente y destructivo, les he descubierto el cielo y el infierno entre mis brazos, les he dado el universo y el vacío entre mis piernas, he recorrido el tiempo entre mis venas y cabalgado la lujuria en sus espaldas.
Para mis amantes yo soy y sigo siendo a pesar del tiempo, pero para mí, para mí esto es un montón de mierda que trasboco al no poder encontrar mi paz de vez en cuando. Esto es simplemente el deshago al puto miedo que los demás tienen de interactuar con su monstruo y dejarlo fluir también junto con el mío.
Para mis amantes yo soy y para mí ellas son. Es tan fácil destruir todo...