Kali

Kali

En medio de la desesperación por suceder que pasaba en mi interior, busqué a Kali con la intención de estallar mi ira y destruir mi propio universo tal como lo había hecho en épocas anteriores. Sin embargo, la sorpresa ocurrió al dejarme rodear de ella.

Kali se mostró ante mí de manera compasiva, paciente y maternal. Sus mantras tienen varios matices que evocan las viejas canciones entonadas antes de la guerra cuando la milicia se preparaba y se enfriaba para la muerte; los pensamientos se diluían junto con el silencio de la oscuridad y la mirada de ellos se entregaba al pensamiento del instante, no hay futuro, no hay pasado, solo el presente con su inmediatez. Una mujer se colocaba al frente de cada uno y los abrazaba, entregándoles amor maternal y confianza.

Kali me mostró que el fuego no es solo destrucción y el agua no es solo frialdad. Aunque todavía hace falta mucho para lograr una tregua contra mi cabeza, deje de pensar en controlar todo lo que sucedía en mi vida, solamente tener un presente, algo que jamás había pensado. Entendí a la mujer y después de esto… pude conciliar algo de sueño.