XIX Inocencia
Al final del día, después de tanto desasosiego, me aleje de
todo ser humano. Me aleje de mis padres, de mis hijos, de mis amigos, de mis
vecinos, inclusive de mi propia esposa. Me interne en el gran bosque del
pensamiento (como lo llaman los antiguos sabios) y me senté con las piernas
cruzadas a meditar un largo tiempo.
Los aullidos se escuchaban a lo lejos, las
alas de los insectos se abanicaban cerca a mis oídos y el firmamento se vistió
de estrellas. La Mantis Religiosa se posó en mi hombro y me saludo tiernamente.
Estire los brazos y ella se desplazo hasta mis manos. Que hermosa se veía esa
criatura con su color verde y sus brazos estirados.
Aquella noche entendí muchas cosas. Entendí que todos somos seres débiles
pero podemos ser fuertes. La aceptación de la vida y el cambio de ésta es
necesaria para crecer. La inocencia que podemos tener es dada por la capacidad
de manejar nuestra realidad. Al deshacernos de las creencias y opiniones de los
demás podemos aprender a aceptar el mundo y adaptarnos a él. Aprendí aquella noche lo que hoy
os repito hijos míos, aprendí que todos somos inocentes.
Texto: John Blair
Imagen: Inocencia XIX (Carta Tarot Osho)