Galeano decía que para algunos la memoria era un punto de partida. Para mí, la memoria es el pesado océano que a veces visito; la lleno de recuerdos impuros y mal sanos, la encuentro tardía (como mi sombra) atravesandoseme cuando me traspaso. Como primera medida para entenderla, me decido a capturar la realidad, pero la realidad es densa y mortecina, sabe mal y me revienta. Entonces, como segundo paso, me decido a capturar las fantasías pero se desvanecen y se inundan de pesadillas. Me entristezco y rompo en llanto burlón, digno del diablo, y decido encarar mi soledad con la entropia suficiente para hacerme participe del sueño. Pero, todavía me cuesta soñar.