Amar es sencillo. Uno ama, no ama o está en el proceso de dejar de amar. Amar es tocar el cielo repentinamente, no amar es levantarse de la tierra y dejar de amar es caer en contrapicado. Y todas son experiencias bélicas, puras y sacras, que vuelven al ser humano más muerto.
Amar y volar son actos conjuntos. Porque nadie toca el cielo si no ama; los pájaros aman hasta que sus chillidos se vuelven gusanos. Todos los aviones aman cargar entre sus vísceras a pasajeros. Los cohetes aman perforar el vacío, amar el vacío permite creer que todo se puede.
Los zorros no aman, se mantienen en sus madrigueras hasta que puedan roer por algún pez que esté tratando de volar. Los gatos siempre caen en cuatro patas porque les encanta el abismo. El abismo permite creer que todo se puede.
Los publicistas y psicólogos se la pasan cayendo de rascacielos, les encanta flotar en la nada.Flotar en la nada es aprender a ser mientras el multiverso pasa.