Cielo
Benditos todos los que sostenemos al mundo con un solo verso y lo moldeamos con nuestros fluidos. Benditos los contradictorios que no paramos de golpearnos contra todo y que acostumbramos a ver más allá por medio del tacto. Benditos los caminantes devoradores del silencio que paseamos cada noche entre la selva capital buscando otras fuentes de inmortalidad.