Abismo


I
Dejar ir es avanzar en el abismo.

II
Los instantes no son tan sombríos, solo que descifrar a la oscuridad requiere locura, no perder en el laberinto implica huir de los gritos del minotauro.

III
Las manos se adormecen después de la destrucción, cada granito de ira se va transformando en el caminito de la espiral hacia abajo. Hago la aclaración porque hay espirales que suben al cielo como el tacto de una mujer, como la cerveza.

IV
Cuando vas bajando solo queda enfocarse en quien escribe la historia y qué técnica utiliza. Pueden haber muchos Caligulas escribiendo historias pero solo un romántico es capaz de crear el mito del hombre que se enamoró de la luna.

V
Y en el fondo queda el recuerdo de todos aquellos a los que has dejado para venir hasta aquí. Empieza la travesía de la supervivencia... no solo es economía, sino también es esquivar tantos dientes que te arrancar pequeños ecosistemas de tus pupilas. Si sigues creyendo vas a encontrar que el agua se muerde cada doscientos metros; sonríe, estás en una esquela diciendo "Feliz Navidad".

VI
Así como Prometeo entregó el fuego a los hombres, Lucifer nos entregó la facultad de descender al abismo.

VII
Todo acto de caída al abismo, es someterse al descubrimiento de su yo oculto; el problema surge cuando se sale del abismo y se descubre que ese yo oculto terminó por acaparar al yo anterior.

VIII
"Irreversible" de Gaspar Noe, es una de las mejores metáforas que se tiene de la caída. Allí, se puede ver la espiral en sus momentos cúspides.

IX
La fragilidad es una emoción después de la caída. Se siente que el mundo tritura cada músculo y se aprende a enterrarse en esos momentos.

X
De todos los elementos que tenemos a nuestro alcance, el cuerpo es el que más sufre con la caída. Hay caídas que destruyen el cuerpo y nos volvemos parásitos buscando nuevos cuerpos para caer en ellos.

XI
En "El cobrador" de Rubem Fonseca encontramos el antiheroe cayendo. Durante la lectura algunos lo animamos a seguir disparando contra todo, pero el final de ese cuento lo destruye. Lo importante que se extrae allí es que solo uno tiene músculos.

XII
El acto de caer enseña violencia contra uno mismo. Si el infierno efectivamente tiene destinado un círculo para los violentos contra sí mismos, es probable que los que caemos constantemente terminemos allí, a pesar de no suicidarnos.

XIII
No siempre es necesario caer para hacer arte, pero los sentimientos más puros se generan cuando estamos en estado de desgracia. La caída nos infecta con arte... de dandis pasamos a ser demonios... o eso creen los demás.

XIV
Jesucristo descendió al infierno tres días, según la doctrina cristiana.
¿Cuantas veces debemos descender a nuestros propios infierno?
Las que sean necesarias...

XV
Caer es transformarse porque en la caída no hay una clasificación segura de las cosas. Solo el viento está cerca. Caer es un intento fallido de volar, con las consecuencias de sentir miedo. La fragilidad es la consecuencia del caer porque después de la caída hay pedazos de uno por toda la habitación.

XVI
"Fragmentado" es una película donde se trata el yo, y el otro yo, y el otro yo, y el otro yo. Así podemos decir que caemos constantemente dentro de nosotros.

XVII
Si ponemos atención a la teoría de los universos cuánticos y de todos los yos que habitan este multiverso, podríamos hablar que todo el tiempo estamos sufriendo suicidios cuánticos.
Saber que he muerto continuamente me hace proclive a amar la vida.

XVIII
Kapuscinski Ryszard en "Ébano" habla de la muerte del elefante. Se acerca al pozo a tomar agua, pero su cuerpo es tan grande y sus fuerzas tan viejas que termina por hundirse. La caída lo mata y evita qu sus huesos sean expuestos deshonrosamente.

XIX
Sartre en "¿Qué es la literatura?", en una nota al pie de página, hace una pequeña apología al fracaso. El hombre moderno trabaja a nivel colectivo y el fracaso es lo único que nos permite individualizarnos.

XX
Una leyenda oriental habla de los peces Koi y de la perseverancia que estos tienen nadando la cascada hasta llegar a la cima y convertirse en dragones. Duran un promedio de cien años en esa lucha.
En el occidente tenemos el salmón que salta y atraviesa la charca.
Hay que reconocer que la cultura oriental estimula más la disciplina que la occidental.

XXI
Cuando hablamos de amor, decimos que caemos en él, como si fuera un requisito botarnos al abismo para amar. También el amor es descrito como una enfermedad, sin embargo, no caemos en la "locura", nos estrellamos accidentalmente con ella.