El mejor regalo que le podemos hacer a una persona, indiferentemente de su sexo o su situación... es el no juzgarla.
Bitacora de viaje
Bitácora de viaje
Continuamos en el viaje. Cada uno se interna dentro de otro y exploramos a través del espejo. A veces nos dan ganas de trasbocar a ese espejo, romperle la cara y degollarle cada pedazo de carne que tiene. Después volvemos al hecho, es un espejo, y fuimos creados con la ira del ángel caído que nos aprisionó entre el fuego de la creación. Nos quedan pocas salidas... volvernos ausentes del universo, o relamer el cielo en busca de nuevas experiencias. Y allí estamos, frente a una pantalla, cantando una letanía hacia la oscuridad. Seguimos en el viaje.
De el errar
He aprendido que cometer errores es positivo en la medida que se reconozcan como parte del proceso. Así, el llorar delante de alguien, el desubicarse, el golpear/se y hasta el emborracharse, aunque tenga un valor negativo, tambièn tiene el positivo siempre y cuando se reconozca su fin: expulsar un sentimiento, volverse a ubicar, experimentar una transformación, o sonreír en un estado alterado.
De el porno y el amor
A todos se nos exige ser "buenos" en la cama, se impone el concepto de mujer-puta y macho-alfa en cada encuentro con un desconocido y se lleva a sus máximas consecuencias. Deseamos el placer del orgasmo del otro, es una cuestión de ego. No está mal, no está bien, pero en cada movimiento de pelvis a veces se nos olvida que esa persona que está con nosotros es humana, o se nos va la cabeza por la apariencia y preferimos calmar una "necesidad" a reservar nuestra energía. Hemos aprendido a follar del porno, un buen culo o un buen pene nos llevará a la luna... Les juro que prefiero la conexión y la química al cuerpo dotado, y prefiero la sonrisa de una mujer promedio, a la pretensión de haber estado con una mujer10.
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