El club de la pelea - Palaniuk & Fincher (Apuntes Libro y Pelicula)

El club de la pelea - Palaniuk & Fincher (Apuntes Libro y Película)


Libro Palaniuk


Si sabes dónde mirar, hallarás por todas partes cuerpos enterrados.

Las palabras de Tyler van saliendo por mi boca. Y yo, que antes era una persona encantadora.

Es acojonante ver en el club de lucha a tíos como el mecánico. Tipos fibrosos que nunca se relajan. Luchan hasta hacerse picadillo. Tipos de piel blanca como esqueletos hundidos en cera amarilla, con tatuajes; tipos oscuros como la cecina. Suelen sentirse muy unidos, igual que los miembros de Alcohólicos Anónimos. Nunca dicen basta. Es como si fueran todo energía; se mueven tan rápido que sus siluetas se difuminan; siempre se están recuperando de algo. Como si la única decisión que les quedara por tomar fuera la forma de morir y quisieran morir luchando. Tipos como éstos sólo pueden luchar entre sí.

Tal vez la autosuperación no sea la respuesta. Tyler nunca conoció a su padre. Tal vez la autodestrucción sea la respuesta

En ese instante te deformas e hinchas. Durante ese instante nada importa. Mira a las estrellas y habrás desaparecido. Nada importa; ni tu equipaje ni tu mal aliento. Las ventanillas son oscuras por fuera y las bocinas se desgañitan a tu alrededor. Las luces parpadean cegándote: largas y cortas y largas, y nunca tendrás que volver a trabajar. Nunca tendrás que volver a cortarte el pelo.

Ya. El asombroso milagro de la muerte. Eres un ser vivo que habla y camina y, al minuto siguiente, eres un ser inerte.

Las pistolas se limitan a encauzar la explosión en una sola dirección.

Hay un tipo de mujeres y de hombres jóvenes y fuertes que quieren dar sus vidas por una causa. La publicidad hace que compren ropas y coches que no necesitan. Generaciones y generaciones han desempeñado trabajos que odiaban para poder comprar cosas que en realidad no necesitan. Nuestra generación no ha vivido una gran guerra ni una gran crisis, pero nosotros sí que estamos librando una gran guerra espiritual. Hemos emprendido una gran revolución contra la cultura. La gran crisis está en nuestras vidas. Sufrimos una crisis espiritual. Nuestro deber es enseñar a esos hombres y mujeres la libertad a través de la esclavitud; y el coraje a través del miedo. Napoleón se jactaba de que podía conseguir que sus hombres dieran la vida por los jirones de una bandera. Imagínate cuando convoquemos una huelga y todos se nieguen a trabajar hasta que redistribuyamos la riqueza del mundo. Imagínate cazando alces por los bosques húmedos del cañón cercano a las ruinas del Rockefeller Center.

No eres tu triste billetera.

Veo a Dios tras su despacho, tomando notas en un bloc, pero Dios se ha equivocado de parte a parte. No somos especiales. Tampoco somos escoria o basura. Simplemente, somos. Somos y ya está, y lo que pasa, simplemente pasa.

Y Dios dice: —No, eso no es cierto.

Sí, vale. Lo que quiera. A Dios no se le puede enseñar nada.

Aquel viejo refrán de <<siempre se mata lo que más se quiere>>, bueno, mira, funciona en ambas direcciones.


Película Fincher:

Dame un balazo y pinta las paredes con mi sesos.

Veo en el club a los hombres más fuertes y listos que han vivido. Veo un gran potencial. Y veo desperdiciado. Toda una generación bombeando gasolina, atendiendo mesas... o de esclavos en oficinas. La publicidad nos manda tras autos y ropa, a trabajos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos medianos de la historia, sin un propósito ni lugar. No tenemos una Gran Guerra, una Gran Depresión. Nuestra gran guerra es espiritual. Nuestra gran depresión son nuestras vidas. Nos han criado viendo la televisión y creyendo que un día seremos millonarios y estrellas de cine y de rock. Pero, no es así. Y lentamente nos estamos dando cuenta. Y estamos, muy, muy enfurecidos. 

Me daban ganas de matar a todos los pandas que se negaran a tener sexo para salvar a su especie. 
Quería abrir buques cisterna e inundar de petróleo las playas francesas que nunca veré. 
Quiero respirar humo. 

Llegar al fondo no es un retiro de dos semanas, ni un seminario. 

Yo soy la vida malgastada de Jack. 
Soy el sentido enfurecido de rechazo de Jack. 
Soy el corazón roto de Jack. 

El auto mejoramiento es masturbación, pero la auto-destrucción...