Bitácora del gran Pez (13-Pez-2015) / 30
Generalmente tenemos problemas con pedir lo que nos pertenece. Pensamos que no deben darnos nada a menos que sea un regalo, pero es malo que lo pidamos. Hace unos días, para mis cumpleaños, quise probar algo diferente dentro de mi vida: pedirle al universo que me dé lo que yo realmente quiero. Bloqueé el muro de Facebook para que no me pudieran escribir y coloqué un estado diciendo que no deseaba palabras sino actos medidos en invitaciones. Muchas personas me comentaron el texto diciendo que con mucho gusto me invitaban, otras me escribieron por interno y me convidaron a alguna cosa, e inclusive (y eso lo adoré mucho) otros me dijeron que aunque no tenían dinero me deseaban un feliz cumpleaños. De esta acción pude concluir que las personas también están dispuestas a darme una alegría, que inclusive muchas me aprecian a pesar de mi ingratitud y otras cualidades negativas (muy negativas) que tengo, y que cuando alguien quiere acercarse, se acerca realmente sin importar las situaciones. Pasados algunos días, algunos me escribieron por interno que no me habían dicho nada porque puse ese mensaje, que inclusive yo no me preocupaba por las palabras sino solo por recibir. Y me dio tristeza, mucha tristeza de que se me acuse de desear algo que me merezco. Por otro lado una amiga que adoro muchísimo me dijo que no tenía nada, que le daba pena, y le dije que realmente era la mujer que más adoro actualmente en este planeta como amiga, y es verdad. Igual, la conclusión es simple. Pidamos todos lo que merecemos, así no obtengamos, pero seguro que el universo está escuchando y responderá tarde o temprano.