Ídolos caídos, simplemente son ídolos caídos que esperan pleitesía. Son la gloria de dioses pasados que desean veneración. El padre fecunda a la madre pensando en doblegar un salvaje trono y obtiene a cambio una lucha constante en el amor. La madre se deja fecundar dado paso al deseo de ser dominada, pero realmente domina a través de su vientre. Más verdadero es aquel que se ha desprendido de su vida para dársela a otro porque entiende que nada le pertenece y no busca reconocimiento externo sino solo la alegría con sinceridad y justicia. Se vive, se muere, se daña, se crea, se coarta, se libera... somos mentirosos cuando nos enfocamos en actuar con un solo sentimiento dejando de lado la tristeza o el fatalismo; el instante se goza cuando nuestras interacciones se vuelven crueles con los demás. Nos educamos como destroza-palabras mordelones con los dientes hendidos en la carne inerte de la "falsa-verdad".
Repito el credo para creérmelo, no para hacerlo funcionar. Repito:
Que se entierre en fango el charlatán, que se vista de rojo para que no sienta más envidia, que se pudra su garganta por decir tantas mentiras.