Los demonios se agitan esta
noche y los amantes se cuelan por las ventanas. Las grandes bocas se sulfatan
entre el cielo y la sinrazón se vuelve mortecina. Los amantes demonios se
postran en la cama viendo como violentamos nuestros sexos con las sabanas
malditas. Los enamorados se lamen y se masturban entre milongas, sabiendo que
la noche es solo un fragmento del cielo, sabiendo que la vida es solo un
momento del incierto. Los demonios se pegan a mi viscoso cuerpo. Se
tambalean como el zahorí sediento, se marchitan como la belleza del invierno.
El amante sobresale y el demonio se derrumba, el amante ama con voracidad y
ella a su vez se consume con gula. El tiempo pasa y el día da paso a la noche y
la noche a la alborada. Los demonios mutuos borbotean su saliva como ataques de
placer. Los amantes amanecen dentro uno del otro y se digieren entre siglos y
confines, espacios y líneas de tiempo, entre cuerpos… y almas.
Texto: John Blair
Imagen: The Lovers (Labyrinth Tarot - Luis Royo)