El camino al vacío está dictado por la decepción, solo a través de ella obtenemos la visión de lo real y desprendernos del desear. Decepcionar es enseñar y ser enseñado, es triturar y volver, es hablar el pequeño lenguaje de la falacia. Sin embargo, es solo un paso, no el final y recordar eso nos salva de la desesperación y el harano.
La mano de Buda (II)
Nota de viaje:
Cuidado con creerte siempre despierto. La mano de buda está abierta, esperando a que te poses.
Mirada (LXIII)
El bueno gana en las historias porque se necesita mantener una esperanza ante la sociedad. Todos debemos creer que se puede ser el bueno, para no resignarnos a ser sinceros.
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