Monologo del insatisfecho
No soy un buen tipo. No voy a misas los domingos, ni hago fiestas en honor a Belsebú, no como en el Corral, ni tampoco en el puesto de la tía Ana. No he leído a Dostoevsky ni soy aficionado a Kundera. Me embriago cuando estoy solo y prefiero conversar con extraños que con mis amigos. El viento se acomoda en la médula y a veces me pregunto: "¿qué necesidad tengo de estar en un mundo tan vacío?"